❝¿Y qué sí quería que las cosas entre ellos resultarán un poco cliché?❞
Las cosas no resultan fáciles para Gladion, a él le gusta Serena pero ella quiere a Ash y hablando de Ash... Nadie entiende qué pasa por su cabeza estos días.
⋆ ClassyRebelship...
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Ha sido otra mañana gris contemplando a ratos las gotas que se deslizan por las ventanas.
Escucha el resonar de las manecillas del reloj, un ruido que ahora le parece más pesado.
A estas horas siempre se queda solo.
Ha sido así desde que su padre le puso más responsabilidades.
Justo ahora checa las hojas que el contador le entrego hace unas horas, mira de nuevo el reloj, es tarde.
Acomoda todo y toma su abrigo del perchero.
No hay lluvia, aún así toma un paraguas y cierra la oficina.
Enciende su automóvil, antes de comenzar a conducir revisa su celular, lo último que ha dejado abierto es su conversación con Gladion.
¿Qué le dirá?
Ayer vio a Lillie, le contó de su regreso a Japón, ella le sonrió y le dijo que no se olvidará llamarla seguido.
Incluso lo abrazo.
Le dijo que estaba orgullosa de él.
Ash se siente más tranquilo cuando piensa en esa sonrisa, le recuerda que no todo es tan malo.
Llega al restaurante, estaciona su auto, al llegar a la mesa le dicen que ya lo están esperando.
—Me sorprendes, has llegado temprano.
Gladion bebé vino blanco, trae la mangas de la camisa arremangadas y su cabello luce algo despeinado.
Se ve intimidante, parece haber tenido un día pesado, Ash solo traga saliva y se sienta.
—No suelo llegar tarde.
—Lo sé.
Una señorita se acerca y pide su orden, hablan de nimiedades de su día mientras comen.
Al final Ash propone tomar vino tinto.
—No, no, pidamos algo más, ¿qué tal champagne? O no sé, ¿Bourbon? Vamos, que hay festejar que pronto te irás, escuché que irás a Japón, debes estar cansado y sin embargo aquí estás.
¿Lo está animando o es un regaño?
—Siempre haces esto, tratas de hacer más cosas de las que puedes hacer, tratando de complacer a todos. —Sigue diciendo él.
—Si, lo sé, lo sé.
Gladion saca una caja del bolsillo de su camisa y le ofrece un cigarro.
Ash lo toma y juguetea con el encendedor que ha sacado.
—Creo que deberíamos subir al bar.
Suben y piden cada uno un trago.
Salen al balcon, no hay lluvia, aún no, no en esta noche.
