La belleza de las flores.

Capítulo 20.

La misión se ha complicado ya que aunque pensé que estaban armados no imagine que la posibilidad que las usaran. Con todos encañonados nos hicieron despojarnos de nuestros objetos incluido los juguetes con localizador que tenian que quitarnos para cazarlos. Lo único que no me gusto que nos hicieran quitarnos la ropa haciendo un striptis, aunque a mi y a Keyle nos permitieron que nos dejaran una camisilla y unos pantalones cortos. Ya estando medio en cuero a mi me golpearon pues los cabrones al ver mi tatuaje del dragón negro se dieron cuenta que antes pertenecía a una banda que conocían. Tras darme la paliza nos amordazados a todos y nos encerraron en una habitación mientras se reían.

-Miren este Smartphone está sonando.

-¡No...cof, cof...no contesten esa llama... Me dieron una patada dejándome sin aire en el suelo.

-Cállate dragona.

-¡Uhm!

-Vaya, vaya, la fiera.

-No esa es mi mujer, no lo cojan.

-Ju, ya estás muerto.

-La tranquilizaremos- una de las chicas se puso hablarme con tono sexy a la mujer de Midori-sama empeorandonos la misión -vaya, colgó enojada.

-Maldición, me van a matar, ella cuando se enoja es peor que un Shinigami.

-Bueno, espero que esto os enseñen a no ir con quien no deben por la noche, sobre todo tu maldita dragona, haz pagado por lo que hicieron en el pasado tu maldita banda.

-Adiós pervertidos. Se marcharon dejándonos allí amarrados.

-Alcibiades...

-¿Qué pasa?

-Esperate...unos minutos...pues te voy a matar...

-No se enoje con él, quédese con lo bueno de la noche.

-Midori-sama...usted será...el siguiente...¡Dios...! Esos cabrones...sean hartado en darme...golpes...

-Esos ya salieron ¿Ahora como nos soltamos?

-Son nudos...sencillos...pero me duele...mucho el estar...moviéndome mucho... Digo mientras me suelto.

-Yo también puedo soltarme.

Keyle y yo nos soltamos las primeras y luego ella se encargo de soltar al restos mientras yo voy al baño interno para limpiar la sangre de mis heridas.

-¿Ya están...todos sueltos...? Digo entrando tambaleándome en donde están.

-Si ¿Sherlock te encuentras bien?

-Me duele...un poco el cuerpo...pero puedo soportarlo...no jodan...que Midori-sama sigue...aun esposado...

-¡Es mejor estar aquí que en mi casa con la tortura de mi mujer!

-No te quejes que mi madre le va dar un infarto como no me encuentre.

-Esos malditos cabrones nos han dejado en cuero mientras esas brujas se reían.

-¡Uhg! Me siento...mareada...me voy a ver...si en la...cocina hay algo dulce...

-Te acompaño, tengo un hambre de lobo.

-No se olviden de subirme algo.

-Si...

-¿Qué pasa Alcibiades?

-La puerta está cerrada.

-Y el baño tiene salida...tampoco hay salida...

-¿Y si la tumbas? De todos tu tienes fuerza sobrehumana.