Caminaban agarrados de la mano, normal, tal vez, el hecho de que la cara de Namjoon explotaría en cualquier momento, pues su menor iba tan en su mundo que olvidó el hecho de que su mayor era bastante sensible y tímido, ya que, sus reacciones ante las situaciones son bastante obvias con sus sonrojos o tartamudeo. Que, según el menor sólo lo hacía más tierno.
El festival casi terminaría, Kim no pensaba en otra cosa en ese momento que sus manos y las del rubio unidas, apesar de que no fuera su primera vez, con Park cualquier situacion que implicara el tacto físico significaba para el piel canela una nueva experiencia, más mariposas en aquella pancita.
Pese a su corta edad, analizaba mucho lo que ocurría con Jimin, ¿por qué lo sonrojada y hacía sentir bien?,se suponía que el debería hacer eso con las chicas, no con chicos...eso decía su abuela cada vez que alguna pareja homosexual estaba en la calle tomadas de la mano.
La mujer hacia gestos de disgusto, asco, aveces insultaba sin importarle que los jóvenes no hicieran nada que, según ella deberían hacerlo en privado. Cerró sus ojitos con fuerza.
Flash back.
Las lágrimas eran frías y gélidas, dejaban vacío en el corazón de la mujer que abrazaba fuerte al pequeño Namjoon quien sin explicación también tenía lagrimitas en sus ojos, sus manitas se aferraron al suerter melocotón de su madre quien apesar de querer mantenerse seria, las lágrimas las desconcentraba, viéndose débil.
-Por los cielos, ¿oíste la estupidez que acabas de decir, eh?.- dijo la de mayor edad quien estaba de pie fuera de su cama donde hace unos momentos parecía agonizar.
Con una de sus manos libres, su madre limpio su rostro, se puso de pie aún con el menor en brazos quien miraba todo temblando como gelatina, aquella faceta de su dulce abuela le provocaba miedo, como aquel fantasma o muñeca embrujada que asustaba a los niños.
La canosa estaba hundida en su ira, olvidó que estaba mal de salud, que no existía un mañana para ella, y, un pequeño inocente que por sus adentros pedía salir de ahí, sumiso. Una cachetada se estampó por cuarta vez en la, ya, roja mejilla de su hija quién nuevamente giró su rostro cubriendo a Namjoon de cualquier peligro.
-Ese niño estará a mi cargo, no me importa cuántos días tenga de vida, no dejare que mi sobrino sea un maricón.- sentenció acercándose a la castaña quien negó frenéticamente, como si de comida se tratase, abrazo más al pequeño piel canela quien aumento el ruido de su llanto.
Forcejeo para quitarle al menor de sus lecho, cosa que le fue imposible, ya que al momento de avanzar más dejo que la máscara de aire dejará de darle el oxígeno que necesitaba para vivir, retrocedió, su garganta dejo de recibir ese aire necesario, sus manos fueron directo a su garganta debido a la desesperación.
Asustada, la madre de Namjoon dejo al menor en el suelo quien aún lloraba, corrió hacia la anciana colocándole la máscara de aire nuevamente, tardó en recuperarse aferrándose fuertemente a las sábanas blancas, mientras tanto la mujer volvía con su pequeño tomándolo nuevamente en brazos.
-Fuera...¡fuera de aquí bastardos!.- gritó con ira en sus ojos que alguna vez miraron con dulzura a su hija y nieto.
Su madre no se detuvo a pensarlo siquiera, salió de ahí como un animal herido apunto de ser cazado, camino a paso rápido por el pasillo, mientras que su bebé lloraba de horror, por su cabeza sólo pasaba los gritos y lágrimas de su amada mamá, no le gustaba verla llorar, se acorrucó en su pecho para calmar sus lágrimas y recibir un poco de su calor.
Una vez fuera del hospital el frío aire los recibió, la mujer caminó aún con hipidos, así hasta llegar a casa; una vez ahí dejo a Namjoon en su cama, el menor se sentó para que sus piernitas se quedarán cruzadas y sus manitas a sus rodillas.
-M-mami.
La mujer fue hasta él con una taza de té en sus manos, está acarició su carita llenita mientras que daba lentos sorbos a su bebida.
-Perdóname amor, lo que viste ahí...no, no debe afectarte, ella no sabe lo que dice, nunca lo ha sabido.- dejo la taza en una mesita para tomar en sus brazos a su pequeño hijo.
-Abuelita nos quiere, ella me lo dijo mami, pero, ¿por qué dice no quelelme hoy?
La pregunta llena de pureza sólo hizo más aberturas en el corazón de su madre quien hacia los grandes esfuerzos por no llorar, ¿cómo explicarle a su hijo que él no sentía algo por las niñas?desde que este comenzó a ir en el kinder, siempre se emocionaba por si un chico hacia esto o lo otro, mientras que con una niña las veía como amigas.
Esto no la asustó, más bien, espero a que su hijo llegase a una edad más prudente y poder saberlo, pero, la adorable abuela una vez informada de eso, decidió tomar cartas en el asunto.
El de piel canela volvió a su realidad, miró a su lado, su madre aún caminaba, pero ahora las pisadas eran las tranquilas, sin prisa, era como sí su mente fuera una sola.
-Mami - llamó, la mujer volteó con semblante serio hacia su pequeño.
Habían dejado se caminar, la suave brisa jugaba con sus cabellos a gusto, los pómulos algo llenitos del menor se tiñieron de color carmesí.
-t-te quiero mucho, no - pausó.-te amo, muchito, muchito.
Una sonrisa dulce apareció en el rostro de la señora Kim quien se puso a la altura del pequeño sonrojado, lo abrazo, como si de una despedida se tratase.
-Y tú no sabes cuánto yo te amo a ti, mi bebé.
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gusto ㆐♡
RomanceNamjoon es un niño que descubre el pequeño cariño hacia otro niño de nombre Jimin.