Middlenight's Sun- KAISOO

El Escolta

Kyungsoo no paraba de maldecir mentalmente, había salido de aquella oficina tan alterado que sin pensarlo dos veces tomó el ascensor y huyó de aquel edificio.

—Maldito Sr. Kim— con su voz resaltaba las últimas dos palabras —por tu maldita culpa ahora mi maldita camisa está hecha un maldito desastre— ¡Wow!, esas eran muchas maldiciones en una sola oración — ¿y qué crees? Está haciendo frío, imbécil, hasta el maldito Ártico se queda pendejo —Él mismo debía admitir que exageraba, ¿pero lo haría? No.

Todo eso sumándole el que no tenía ni una moneda para tomar el autobús-aunque no habría servido de mucho, estaba seguro de que ya habían pasado varias horas desde que salió la última ruta.

Miró su reloj y contuvo una las tantas maldiciones que amenazaban con salir de su boca; eran las 3:15am, y él se encontraba medio desnudo caminando por las solitarias calles de Seúl- Para nadie era un secreto que está ciudad no suele ser activa a esa altura de la madrugada- Pero eso no era lo que le preocupaba.

El pensar que podrían despedirle por marcharse antes y sin avisar le alteraba, ¡era su primer día! Necesitaba este trabajo. Pero esperen... Kyungsoo por poco olvidaba la razón por la cual abandonó aquel lugar. Una fugaz imagen de Jongin follando con aquella mujer mientras atacaba su cuello se hizo presente en su cabeza y de inmediato sus latidos aumentaron.

¿Que era aquello? ¿Acaso su Jefe era un vampiro? ¿Pero esas cosas no existen, verdad? ¿Entonces qué significaba aquello que presenció? Aguarden...Él lo había visto todo y Jongin lo sabía, ¿significaba eso que estaba en peligro? ¿Qué tal si Jongin enviaba a alguien para matarlo? O peor, ¡él mismo lo iría a matar! Ya había sido testigo de cómo el moreno perdía el control y estaba seguro de que, de no ser por aquel beso estaría muerto en ese momento.

Fue entonces cuando su corazón empezó a bombear más fuerte que antes; <<el beso>> estas palabras se repetían una y otra vez en la mente de Kyungsoo.

—Yo...—llevó una de sus manos hasta su boca y palpó con sus dedos sus labios—lo besé... ¡No puede ser peor! ¿Qué coño pasa conmigo? ¿Escapo de la muerte besando a los asesinos? ¡¡¡Ahg!!

— ¿A quién has besado bebé?

Kyungsoo se sobresaltó al escuchar aquella voz que parecía ser de un hombre. Se giró lentamente hasta quedar cara a cara con el sujeto. Un escalofrío recorrió su cuerpo de pies a cabeza al ver la silueta de al menos unos 1.80mtr.de altura, robusto y con una gran cicatriz que unía su oreja con la comisura de sus labios; parado justo en frente de él.

—Disculpe, ¿le conozco?

—No, pero podemos cambiar eso ahora mismo.

—Ehm, ok, no quiero sonar cortante pero ahora no estoy de humor para estas cosas.

Kyungsoo se volteó decidido a continuar su camino pero unas manos se posicionaron sobre sus caderas arrastrándolo rudamente hacía atrás, hasta hacerlo impactar contra el cuerpo ajeno.

—¿Sabías que si muestra mucha piel a estas horas... — el hombre susurraba estas palabras al oído de Kyungsoo, al mismo tiempo que restregaba su erección sobre el cubierto trasero del más bajo—muchos no podrán resistirse?

—Quítame las manos de encima, asqueroso—Kyungsoo trataba de zafarse del agarre de aquel tipo— no tienes idea de con quién te metes—en realidad sabía que no podía contra aquel hombre, pero usar la psicología funcionaba en las películas, no debía ser distinto en la vida real—acabaras muerto si no paras ahora, desgraciado—dio un golpe con el codo al estómago del hombre haciendo que este lo soltara.