De hermanos mayores.

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Capítulo 23: De hermanos mayores.

Un chico de mirada oscura caminaba inquieto por los corredores de Hogwarts acompañado de un hombre de mediana edad sentado en una silla de ruedas. Esa noche el joven no había podido pegar ojo pues había soñado con su hermana, había soñado que la perdía, que la oscuridad absorbía su alma. Esa misma mañana en la que Quirón lo había hecho llamar se había despertado sudando y con una extraña opresión en el pecho. Poco después se había enterado de que su hermana había enfermado de repente y nadie parecía saber exactamente la causa de ello. 

Además de la preocupación emanada de cada poro de su piel estaba nervioso ya que hacía mucho tiempo que no veía a su hermana pequeña y encontrarse en esa situación era algo que realmente le dolía. No había tenido el valor de ir a verla después de que esta decidiera regresar a Hogwarts, ni siquiera había logrado escribir una mera oración en un pergamino. Nico Di Angelo no había logrado mediar palabra alguna desde la muerte de Bianca pues Ruby era tan parecida a esta que dolía. Ver a su hermana pequeña significaba recordar y recordar no siempre es fácil.

Cuando el joven llegó a la puerta de la enfermería vio como un chico bastante alto se encontraba enzarzado en una pelea con la que parecía ser la enfermera. Su aspecto se veía descuidado y parecía que no había dormido en toda la noche. Junto al chico también se encontraba una chica pelirroja intentando calmar al susodicho la cual parecía estar más que exhausta. Frente a ambos chicos se hallaban otros dos chicos, un azabache y un rubio platinado. Ambos se encontraban sentados en el suelo a la espera de que el joven más alto cediera a las peticiones de abandono de la chica y de la enfermera. Todos se veían preocupados. Al poco llegaron otros dos chicos con unas varitas de regaliz en las manos para a continuación repartirlas entre todos los presentes. 

El chico de mirada oscura llegó hacia donde se encontraban los demás los cuales no parecieron percatarse de su presencia fue ahí cuando Quiron con su serena voz habló llamando la atención de todos los presentes:

-¿Madame Pomfrey?- inquirió el centauro. La señora ya de mayor edad se sonrojó notoriamente lo cual provocó que todos los adolescentes a excepción de Nico sonrieran pícaramente pues no era normal ver de ese modo a la enfermera del colegio

-Eh...si, se quien es usted- Pomfrey cerró los ojos fuertemente maldiciendo su comportamiento pero desde que había conocido años atrás al director del campamento mestizo no había podido sacar de su cabeza los preciosos y penetrantes ojos castaños de este- adelante- apartándose de la puerta la enfermera cedió el paso a Quiron y a Nico- usted no señor Potter- y dicho esto la enfermera cerró la puerta tras de sí. 

En el interior de la enfermería las voces seguían sonando, Nico caminó titubeante hacía donde se encontraba su hermana. 

El cabello oscuro de Ruby se encontraba despeinado, su tez lucia anormalmente pálida y bajo sus ojos se había formado unas grandes y moradas ojeras. Nico sintió como su corazón se hacía pequeño ante tal imagen. 

Con el arrepentimiento por bandera y sus lágrimas a punto de ser derramadas se giró hacía la enfermera: -He visto a mi hermana pelear desde antes de que ella supiese andar, recuerdo que su primer arma fue una daga y que cuando cumplió once decidió que su arma sería una espada, ella nunca fue de arco- Nico soltó un suspiro mientras profundizaba en su memoria- cuando tenía siete años ya había acabado con más monstruos de los que creo recordar. He visto a mi hermana herida, sangrando hasta tal punto de estar al borde de la muerte pero nunca la he visto así…

-Nico será mejor que salgas un rato a tomar el aire- le interrumpió el centauro. Al igual que Nico él también estaba destrozado pero debía ser fuerte, debía ser el pilar que sujetarse al semidios

-No- el moreno se negó rotundamente a abandonar a su hermana aunque solo fuera un mero instante. Nico notó como sus lágrimas descendían por sus mejillas y como la opresión en su pecho volvía a hacerse con el control de su cuerpo. Su mente iba a mil por hora, pero solo iba hacía un único pensamiento- Va a morir

-Bueno...eh…-Madame Pomfrey dudó por un segundo acerca de su respuesta para finalmente decantarse por la menos dolorosa- aún es pronto para dictaminarlo 

-Mientes- escupió sin más- soy el hijo del dios del inframundo, puedo sentir la muerte así que solo formularé esta pregunta una vez: ¿cúal es la causa?

Quiron contemplaba la escena en silencio expectante y un fugaz pensamiento inundó su mente. Como una joven sana de la noche a la mañana está a punto de morir sin causa aparente, tal vez por una maldición o simplemente por el incumplimiento de un pacto.

-A simple vista no hay ninguna razón aparente- la enfermera caminó rápidamente hacia donde Ruby se encontraba- pero aquí en la nuca he visto algo, es como una especie de runa- Nico contempló detenidamente aquella pequeña figura trazada sobre la piel de su hermana

-¿Qué es?

-No lo se muy bien, pero parece el dibujo que puede surgir al interpretar los posos del té- Madame Pomfrey hizo una pausa al ver el desconcierto dibujado en el rostro del chico- es adivinación, parece un presagio de muerte o al menos eso creo.

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-Ey Potter

En el pasillo donde los demás se encontraban a la espera de que Madame Pomfrey les dejara pasar apareció un chico de séptimo año de Slytherin. Su túnica se encontraba impoluta sin ni siquiera un pliegue. El joven de cabello dorado hizo un gesto con la mano indicandole a Albus Potter que se acercara. Dudoso el Potter se acercó sin saber muy bien si se trataba de alguna clase de broma

-¿Qué quieres Spot?- el slytherin le entregó una pila de libros al azabache el cual se quedó bastante confundido- ¿libros?

-Audaz, me gusta- dijo sin mas mientras abría uno de esos libros- tu amiga estuvo buscando algo en estos libros cuando se desmayó. Parecía muy preocupada y casi me atrevo a decir que se veía asustada y concretamente este es el último libro que estuvo ojeando, de hecho cuando vi que se levantó lo llevaba consigo y aún cuando se desmayó no lo soltó así que me atrevo a decir que este es el que resolvió su duda

-¿Y por qué me cuentas esto?- Albus Potter no comprendía cómo un chico de último año le estaba  diciendo justamente eso en ese preciso instante

-Aquí está- el chico le pasó el libro que pareció aclarar la duda de Ruby- mira, tesomancia presagio de muerte. Tal vez tu amiga ya sabía que iba a morir o simplemente no sabía que se trataba de ella pero sea como sea ella sabía que alguien estaba en peligro.

Albus se quedó plantado en medio del pasillo, en silencio mientras el otro chico lo miraba a la espera de que este dijera algo. El azabache ya había visto ese símbolo antes, era el dibujo que habían formado los posos de té de su mejor amigo. ¿Y si Ruby realmente pensaba que el que corría peligro era Scorpius y por eso no se había dado cuenta de que la que corría peligro era ella? Posiblemente eso era lo que había ocurrido pero ¿por qué no le había dicho nada? ¿Por qué había visto el poso del té de Scorpius y había fingido que no sabía lo que era? Y así miles de preguntas sin respuesta se iban formulando en la mente de Albus Potter para finalmente solo alzar la voz para una: -¿Quién eres?

-Soy Ignatius Spot, hijo de Hermes y uno de los mejores amigos de Ruby en el campamento

Albus abrió la boca para decir algo, sin embargo fue interrumpido por una voz procedente a sus espaldas: -Albus ¿todo bien?- el nombrado se giró para encontrarse detrás de él a su hermano mayor con expresión seria

-Luego te cuento- se limitó a decir. 

 

Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora