Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)

Presagio de muerte.

Capítulo 21: Presagio de muerte.

-Ruby…

-Marchate.

Aquella habitación situada en las mazmorras del colegio se hallaba más oscura que de costumbre. El ambiente parecía más frío de lo que ya solía ser y las cortinas verde esmeralda, descorridas, mostraban una silueta femenina entre la oscuridad. 

-Lumos- Albus Potter en una hábil movimiento de varita iluminó la estancia para a continuación encontrarse con una Ruby que parecía haber estado llorando por días. Bajo sus grandes y oscuros ojos se habían formado unas profundas ojeras y sus labios y su nariz se habían hinchado debido al incesante llanto. 

La chica levantó la mirada para a continuación estallar de nuevo en llanto provocando en Albus una asfixiante sensación de impotencia. Odiaba que su amiga estuviera sufriendo de esa manera por el idiota de su hermano. Nunca la había visto de esa forma y eso le dolía pues tampoco sabía qué hacer para hacerla sentir mejor, para ayudarla a olvidar todo ese dolor que ella estaba sintiendo en ese momento.

-¿Tú lo sabías?- se limitó a decir Ruby con un hilo de voz pero lo suficientemente audible para que a Albus se le erizara la piel- Albus…¿Lo sabías? 

-No, claro que no- un fuerte sentimiento de rabia inundó el cuerpo de Albus, quería golpear a su hermano, quería que supiera el daño que le había causado a su amiga.

Albus había visto a Clarisse con su hermano un par de veces pero nunca había pensado en la relación que podía envolver a ambos ya que James siempre había estado rodeado de chicas desde que había entrado en Hogwarts. 

Sin pensarlo dos veces Albus Potter caminó decidido hacia donde se encontraba la chica y sin pedir permiso la abrazó con toda su fuerza sintiendo como su uniforme se humedecía debido a todas las lágrimas derramadas por esta.

-He sido una tonta- dijo al fin separándose del azabache. Se veía destrozada

-No digas eso- los ojos de Albus brillaron a la vez que las palabras surgían de sus labios sin control alguno con la mayor sinceridad que sabía- tú eres la chica más increíble que he conocido y mi hermano es el tonto por no apreciarlo. Cualquier chico daría lo que fuera por estar contigo, porque eres única y no te importa sacrificarlo todo por los demás, eres la persona más especial que conozco y por mucho que me cueste confesarlo...incluso yo…-Albus hizo una pausa cargándose de valor para luego concluir con voz serena- incluso yo habría dado todo lo que fuera por estar contigo.

Ante esas palabras Ruby no dijo nada. Recordó cómo su amigo cargado de adrenalina y emoción la había besado aquel día que habían logrado entrar en la Cámara de los Secretos. No fue desagradable, pero si extraño. 

Pero Ruby no dijo nada. Su atención fue desviada hacia la puerta de su dormitorio por la que aparecía un Scorpius subido en escoba para no activar las trampillas y una Rose con el ceño fruncido. Se notaba preocupada a la vez que molesta.

-¿Cómo has entrado?- inquirió Albus extrañado al percatarse de la presencia de su prima 

-Es la hora de la cena, a estas horas no hay nadie en vuestra sala común- se limitó a contestar la gryffindor mientras se adentraba en la habitación hasta situarse junto a Ruby - ¿Cómo estás? 

Ruby sonrió amargamente ante tales palabras: -físicamente bien, emocionalmente no tanto pero lo superaré.

El silencio inundó toda la habitación. Scorpius y Albus se lanzaban veloces miradas de vez en cuando, hecho que no pasó desapercibido para Rose. La pelirroja sabía que su primo y su novio tramaban algo pero no estaba realmente segura del significado de tales miradas.