Notas de un loco enamorado //Larry Stylinson// AU

Capitulo 4: La fiesta

Narra Louis:

— He dicho que no Harry.

— Por favor Lou, solo es una fiesta. —el tono suplicante era claro en su voz. Esta vez no iba a caer.

— Son aburridas. —dije con disgusto.

— ¡Claro que no!

— Para mi si lo son. —solté un suspiro exasperado.

— Vamos bro, nos la pasaremos genial. —intentó convencerme.

— Harry, siempre me dejas solo. No es para nada lindo o divertido estar solo en una fiesta. —una mueca de disgusto se dio a conocer en mi rostro, al recordar las infinitas fiestas en la que mi risado amigo me dejo plantado y completamente solo.

— Jamás te dejo solo.

— Si, claro. Las pocas veces que te acompañe a alguna fiesta a los 5 minutos de que llegamos desapareces con alguna chica o anda a saber dios con quien y que haces. —mecioné con sorna.

— Puede que tengas razón, pero te prometo que esta vez no lo haré.

— No sera la excepción. —suspiré rendido, ya estaba llegando a mi limite de tolerancia con él.

— Por favor Lou, te lo prometo.

— Ugh, ¡Esta bien! Pero ni se te ocurra dejarme solo esta vez. —advertí, para luego seguir nuestro camino a casa en paz.

*fin del flashback*

No debería haberle creído.

Una hora después de que llegamos a la fiesta Harry había desaparecido, y ya habían pasado 3 horas desde entonces. No lo había visto por ningún lado, y esta fiesta me estaba aburriendo hasta la muerte. Si pudiera volver a casa lo haría, pero no había traído mi auto conmigo, ni nada de dinero para tomar el autobús devuelta. Había venido con Harry en su auto y él tenia las llaves consigo.

Permanecí casi media hora -la cual me pareció eterna- sentado en una de las pocas sillas disponibles que habían en esa enorme casa. La verdad es que no sabia donde estaba exactamente, pero suponía que era una fraternidad debido al tamaño del lugar. Era una casa de dos pisos con varios dormitorios, un amplio patio y una única cocina. Había gente por doquier: en los sillones, en el patio, en la cocina, en los dormitorios -vaya a saber dios que hacían ahí-, en los baños e incluso nadando en la gran piscina del patio.

Estaba tan aburrido. No importaba cuanto buscara, no había nada de mi interés para pasar el tiempo en ese lugar.

— ¿Louis? —una voz algo rasposa, probablemente por los efectos del alcohol, me llamo no muy lejos.

Buscando con la mirada encontré a mi rubio amigo y compañero de curso, Niall.

— ¿Qué tal Nialler? ¿Cómo la estas pasando? —pregunte mientras me levantaba de la silla para chocar los cinco con el rubio irlandés, en señal de saludo.

— Como siempre supongo, ¿tú? —dirigió su mirada al suelo para comenzar a jugar incomodo con sus pies.

— Muerto de aburrimiento, esto no es lo mio. —bufé.

— Lo sé. —me dedicó una sonrisa comprensiva.

Volvió su mirada al piso y siguió jugando con sus pies. Se la paso así por un par de minutos en completo silencio, sin decirme absolutamente nada. Algo estaba pasando, lo sabía.