Little Beautiful Disaster

Oscuridad

Flashback en cursiva

Un simple chasquido de dedos había ocasionado tal devastación. Steve Rogers estaba paralizado en el suelo, en el lugar donde vió a su mejor amigo convertirse en cenizas. Detrás de él, Natasha Romanoff se encontraba muy apenas de pie, tocando su vientre atemorizada por lo que la rodeada; parte de su "familia" hecha polvo. Se acercó a Steve, rodeando su espalda con sus brazos en señal de apoyo, para después ayudarlo a ponerse en pie y dirigirse, junto con el resto del equipo hacia el palacio de Wakanda.

En el trayecto rumbo al palacio observaron el campo de batalla en devastación, cenizas por todos lados y los guerreros sobrevivientes desorientados. Okoye y Rocket a pesar de su estado emocional se encargaron de guiarlos todos debían alejarse de ese infierno.

Natasha en ningún momento se separó de Steve quien parecía estar muerto en vida. No había emitido ni una palabra, solo se limitaba a apretar la mano de la rubia y dedicarle una triste sonrisa que le transmitía todo el sufrimiento que sentía; habían perdido la batalla.

Al llegar al palacio encontraron a Shuri y a la reina haciendo un censo detallado, Natasha estaba sorprendida de la fuerza que las mujeres mostraban ante su pueblo a pesar de recién enterarse y tratar de asimilar la perdida de TChalla; debían seguir con la frente en alto para así calmar a su pueblo ante el caos que se suscitaba.El tumulto de gente ocupaba a las dos mujeres, sin embargo Natasha buscó la manera de acercarse a Shuri para susurrarle algo nerviosamente al oído. La princesa, al escuchar la preocupación de la rubia, salió junto con ella directo a su laboratorio.

Mientras Natasha se encontraba con Shuri, el resto de los vengadores se encontraba reunido en la sala de juntas que usualmente usaban en presencia del Rey T'Challa

─Debemos irnos inmediatamente, necesitamos ver más allá de las fronteras de Wakanda que ha pasado─ Bruce fue el primero en romper el silencio.

─¿Qué ha pasado?- repitió Thor con una risa sarcástica llamando la atención de todos los presentes─ ¡Ha pasado que ese imbécil nos ganó!, mas bien me ganó ¡Maldita sea debí apuntarle a la cabeza!

─Thor deja de atormentarte, vamos a arreglarlo. Sé que hay una manera. Partiremos en una hora. Saldré a buscar a Natasha, Banner prepara el Quinjet ─ sin decir nada más, el Capitan America se puso de pie y salió a buscar a la rubia.,

Mientras tanto, Natasha había seguido apresuradamente a la princesa Shuri hasta el laboratorio, donde se recostó en la camilla y esperó a que ambas estuvieran a solas. Se quitó el desgastado y sucio traje con desesperación, mientras Shuri encendía todas las máquinas para examinarla. El alma regreso al cuerpo de la vengadora. Escuchar el latido de su hijo la hizo sonreír al mismo tiempo que sus ojos se inundaban de lágrimas. Había retenido el llanto durante toda la tarde pues no podía más con la incertidumbre; pero ahora que escuchaba que aquel pequeño ser indefenso que estaba dentro de ella seguía con bien, pudo respirar.

─Natasha, tu bebé está bien, mira ese pequeño embrión es él — la princesa señalo la pantalla mostrándole a la vengadora aquella imagen que tomaba la forma de su pequeño ─ ¿escuchas su latido? Se encuentra bien, no le ha pasado nada.

─No sabes la tranquilidad que me has dado Shuri, — Natasha tomó aire, controlando sus emociones —la sola idea de pensar que lo había perdido también a él me estaba matando por dentro─ agregó la rubia mientras limpiaba sus lágrimas─ lamento lo de tu hermano, te juro que haremos hasta lo imposible para revertir esto.

─Romanoff, sé que eres fuerte y tienes el gran peso de ser vengadora pero ve por ti y tu hijo primero — agregó la princesa sonriéndole ─ él ahora es tu prioridad y creo debes decírselo al padre, me imagino debe estar preocupado.