Little Beautiful Disaster

Realidad

Carol Denvers había encontrado en el espacio la nave donde se encontraban Tony, Peter y Nébula. Ayudada por la guardiana la habían reparado, trayéndolos así de vuelta a la tierra.

Steve entro al salón donde estaba reunido el resto del equipo, fue un alivio ver a Tony con vida, aunque su preocupación no cesó pues lo llevaban a quien llevaban hacia el ala del edificio que servía como área médica.

─Carol los encontró a tiempo, tanto como Tony y el niño presentan un cuadro severo de deshidratación por el tiempo que duraron allá y bueno el oxígeno se les estaba terminando, además de hipotermia y una leve desnutrición─ Rhodey explicaba al equipo, mientras Steve asentía ─ Bruce y Cho están interviniéndolos, lo mejor será ir a descansar, mañana podremos verlos. Si me disculpan iré a traer a la tía de Peter, ya me he comunicado con ella. Buenas noches.

Todos obedecieron, dándole las gracias al equipo médico y se dirigieron a descansar incluida Carol quien, por insistencia de Pepper, se instaló en el complejo.

Steve se quedó en el salón, meditando las cosas que debía hablar con Tony en cuanto este estuviera recuperado. A pesar de sus conflictos en el pasado el millonario siempre estuvo en sus pensamientos todo este tiempo.

Regresó a la habitación donde Natasha seguía en un profundo sueño, se sentó al borde de la cama observándola dormir tranquila, acarició su cabello y depositó un beso en su mejilla. Más tranquilo al ver que su chica descansaba sin malestares, decidió dirigirse al ala médica a ver a Tony, no podía esperar a mañana.

Encontró a Pepper al lado de la cama donde Tony se encontraba, la rubia al verlo le hizo una seña para que entrara, algo temeroso Steve se acercó saludándola y dándole un abrazo, haciendo que Pepper sollozara.

─Tranquila Pepper, él ya está de vuelta con nosotros, ahora hay que ayudarlo a que se recupere─ Steve le ofreció un pañuelo que estaba en la mesa─ ¿Qué te dijo Bruce?

─Dice que Se recuperara pronto, solo necesita descanso y le inyectaron suero. Fue un milagro Steve─ la rubia apretó la mano de Tony y después miró al capitán─ Gracias por estar aquí, a pesar de lo que paso entre ustedes, él siempre quiso ver por ti.

─ Eso es pasado, Tony es y siempre será mi amigo, siempre estaré para él. Es hora de remendar errores.─ dijo Steve mientras miraba a su amigo descansar─ Deberías ir a descansar, yo me quedaré por si despierta y necesita algo.

─Te tomaré la palabra.─ sonrió levemente la rubia mientras se ponía de pie─ Iré a cenar algo antes de que venga Happy por mí, cualquier cosa me llamas.

Steve asintió y después tomó asiento en la silla donde anteriormente estaba Pepper, tomó una revista que se encontraba cerca y comenzó hojearla, sería una larga noche.

La luz del día se iba abriendo paso por los ventanales del complejo sin excepción. Steve sintió como le empezaba a molestar la luz en sus ojos y al abrirlos se llevó la sorpresa que se había quedado dormido en la silla, miro a la cama donde yacía Tony. quien seguía dormido, bajó su mirada observando que llevaba arriba una frazada la cual pensó que Pepper se la había colocado. Metido en sus pensamientos no se dio cuenta que alguien lo observaba desde el otro lado de la habitación.

Natasha se había levantado al baño a causa de las famosas "nauseas matutinas", después de una sesión no agradable en el retrete se dio cuenta que Steve no estaba en la habitación. Pensando que quizá había salido a ejercitarse, aprovechó para darse un baño, se vistió con ropa cómoda y salió a vagar por el complejo donde tuvo se encontró a Bruce hablando con Pepper tranquilamente. La rubia al ver a Natasha le sonrío ampliamente, era obvio por su semblante que había recibido una buena noticia.