Capitulo V

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- ¿Está lista?
- Si, Sr. Lightwood.
- ¿Y tu? - dirigió la mirada a su hijo.
- Si, padre. No es la primera vez que viajó a través de un portal.

Robert dió un paso al frente, hacia el portal, seguido de Max, quien antes sonrió a Bridget, la bruja alada, ella le devolvió la sonrisa y le guiño un ojo dándole a entender que Morgan también iba en camino hacia Nueva York.

Ahora Max tenía una razón más para sentirse feliz. Su querida novia lo acompañaría. Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta, y golpeó ligeramente la carta, que le entregaría a su amada esa misma noche, en cuanto la viera.
Sonriente entró al portal junto con su padre y la despistada bruja suiza.







- Este... Es el lugar? - preguntó Simon observando la gran estructura de ladrillo rojo que se alzaba delante suyo.
- Si, ¿Porque? - respondió Jace sonriendo al vampiro.
- Por nada... Es solo que... Parece abandonado.
- ¿Abandonado?
- Si... Cómo lugar de película de terror donde vive un asesino serial que secuestran niños y luego los come... Algo así.
- Ok... - el cazador de sombras solito una risotada -. Deberías de dejar de ver tantas películas... - apretó la mano que sostenía -. ¿Acaso no confías en mí?
- C- Claro... Pero...
- Anda vamos... Has estado en lugares peores.
- Claro, peleando o a punto de morir. Nunca en un lugar donde sirvieran comida.

Jace miró sus manos entrelazadas y sonrió.
- Vamos.
El vampiro lo miro con sorpresa y asintió.

Entraron al lugar, era enorme y lleno de flores y hojas. Las mesas estaban acomodadas al centro de la sala. Donde, cinco Sellies conversaban. Una de ellas se acercó a atenderlos.

- Vaya, vaya. - dijo esta -. Jace Herondale. ¿Hace tiempo que no te veo... ¿ 3 meses talvez?
- Es Lightwood y... ¿Te conozco? - preguntó Jace en tono frío como de costumbre. La Sellie se sorprendió por la forma de hablar de Jace. A Simon no le sorprendía en absoluto.
- Sigues siendo tu. Un idiota, engreído, pero guapo. Mi nombre es Caroline.- la muchacha era linda, pensó Simon, tenía el cabello largo y naranja y los ojos verdes. Flores de muchos colores colgaban de su rizado cabello. Su vestido era largo de color verde hoja. El vampiro solo tardo un momento en darse cuenta de la razón por la que Jace cambio tanto de humor. Quitando de encima las flores y su tono de voz tan "dulce" (característico de sellies), la chica era idéntica a Clary.
- Mesa para dos por favor. - el cazador de sombras no hizo caso al comentario de la mujer -. De preferencia alejada de los demás. Para charlar en privado.
- ¿Tan chismosas nos crees? - preguntó ella.
- ¿Acaso no lo son? - las otras Sellies miraban a Jace y sonreían.
Simon sintió celos.
- Lamentablemente gracioso. Tristemente solo nos queda una mesa y para pasar necesitas reservación.
- ¿Reservación?
- Si... Supongo que no tienes... - la chica fingió tristeza -. Aunque bien puedes compartir la mesa con algún otro comensal.
- No.
- ¿Porque? Los otros comensales nos son Sellies chismosas como nosotras.
- No. Porque... - Jace soltó la mano de Simon y rodeó la cintura del vampiro con el brazo, acercándolo a el -.Quiero cenar con él. A solas.
Tanto ella como Simon estaban sorprendidos por la acción del cazador de sombras.

- ¿Ustedes dos... son....? - Jace sonrió ampliamente, la chica soltó un bufido -. Bien. - la chica suspiró y los guío hacia una mesa en la esquina del extraño restaurante. Ni siquiera espero a que se separaran y sentaran para preguntar :-¿Que van a ordenar?
Los dos chicos se sentaron uno enfrente del otro.
- Quiero... Mmm. - dijo Jace, obviamente para molestarla.
- ¿Que?
- ¿Que me recomiendas, Madeline?
- Es... Coraline... Y creo que la sopa de cangrejo te vendría bien. Aunque talvez la prefieras de camarón. - bromeó la chica mirando de reojo a Simon al decir la palabra "camarón".
- Prefiero que no. Algo más.
- Un té de bergamota. Aunque...
- No le gusta la bergamota. - se apresuró a decir Simon antes de que esos dos se pusieran a pelear, utilizando referencias estúpidas. -. Traigale una sopa de... ¿Que dijo? ¿Cangrejo?
- Odio los mariscos. - protesto Jace.
- Y yo odio tu actitud. - espetó Simon.
- Y yo odio está absurda discusión. Ordenen algo rápido.
- Que grosera.
- ¡Jace!
- Trainos unas hamburguesas.
- ¿Algo más?
- Cerveza.
- No. - se apresuró a decir Simon.
- Entonces... Tequila.
- No. Nada de alcohol.
- Aish! - se quejó Coraline -. Decidan.
- ¡Bien! Traiga un tarro de cerveza para este idiota - dijo Simon señalando a Jace.
- ¿Idiota? - Jace parecía sorprendido. La muchacha rió.
- Gracias. - Simon miró a Coraline sonriendo -. Ahora sí nos permites.
La chica se alejó aún riendo.
- ¿Que fue eso? - preguntó Jace bastante molesto.
- Lo que querías. Cerveza y que se fuera ¿Estás feliz?
- Simon...
- No digas nada, Jace.
Simon estaba enojado, pensaba en lo terco que era el cazador de sombras.
- Lo siento.
Simon miró a Jace sorprendido.
- ¿Que?
- Lo siento...
- ¿Que es lo que sientes?
- Ser un idiota el 90% del tiempo.
- Jace...
- De verdad lo lamento.
- No lo lamentes... Es cierto que sueles ser un idiota la mayor parte del tiempo pero... Eso hace tu personalidad y tu personalidad me gusta.
- ¿Que? ¿Te gusta... Mi personalidad?
- Es lo que te hace tu.
- ¿Te gustó, Simon?
- Eh?
- Acabas de decir...
- ¿Que?
- Que te gusto...
- Tu personalidad.
- Porque eso me hace a mi lo que soy.
- Pero...
- ¿Te gustó?
- Errr... Emmm... Yo...
- ¿Simon...?
- Si. Me gustas, Jace.



My Stupid AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora