Capitulo IX

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- Narra Jace -
Me paré sobre el barandal, miré hacia abajo y respiré hondo, no porque tuviera miedo a las alturas, si no porque había patos... Cientos de ellos en el lago, un escalofrío recorrió mi cuerpo y salté sin mas.

- ¡Estúpidos patos!

Mi cuerpo tocó el agua helada y después de ello el frío suelo de piedra de la entrada al Reino Sellie, me incorporé pesadamente, me dolía todo y me sentía mareado.

- Levántate. - dijo una voz y una mano se apoyo sobre mi hombro, una mano pequeña y delgada...
- ¿Que quieres? - pregunté.
- Que te levantes. - respondió Kaori -. Para la Reina.
- Haz lo que te pide. - dijo Simon molesto, al parecer.
Me levanté y miré a mi al rededor, parecía la misma habitación que había visitado años atrás junto con Clary... Sacudí la cabeza para apartar el recuerdo de mi cabeza, lo cual no sirvió de mucho, en mi cabeza ya estaba impregnado aquel recuerdo con precisión. Recordaba aquel beso tan intenso y caliente.

- Jace. - dijo Simon despertándome de mi ensueño -. Vamos.
Al decirlo se fue para colocarse a un lado de Kaori, Alec y yo caminamos detrás de ellos.

Mientras mi querido amante y su nueva "amiga" Sellie, reían, yo agonizaba por dentro, los celos eran tan fuertes que podría usarlos para forjar una armadura que jamás se rompería.

Caminamos durante varios minutos hasta que nos topamos con una enorme puerta de madera y piedra, cubierta de verde, rosa y morado, en casi su totalidad.

La Sellie rió un poco más y se acercó a la puerta y con un solo toque, está se abrió. Eso era algo nuevo.

Kaori se colocó a un lado de la puerta y con una reverencia nos indico que pasáramos.

Uno a uno nos adentramos en la estancia de la Reina. La habitación era totalmente diferente a la última vez que había estado allí. La Reina se hallaba reclinada en un diván blanco y dorado, y a su alrededor se extendía un suelo hecho de cuadrados blancos y negros alternados, como un gran tablero de ajedrez. Lianas de espinas con una aspecto peligroso colgaban del techo, y en cada espina estaba empalado un fuego fatuo, con su luz, normalmente muy intensa, parpadeando como en agonía. Todo resplandecía con su brillo.

Kaori se colocó junto a la Reina; en la sala ni había ningún otro cortesano. La reina se incorporó despacio. Era tan hermosa como la anterior, solo que, a diferencia de la difunta, está tenía el cabello de cobre rosado, su piel era más pálida y los labios más rojos, sus ojos eran azules y verdes, y su mirar era penetrante; llevaba puesto un vestido color plata y oro combinado; se colocó el largo cabello sobre el hombro blanco como el papel.

La mujer sonrió maliciosamente.

- Bien hallados Inquisidor, líder del clan y... Nephilim, otra vez. - dijo inclinando la cabeza hacia nosotros.
- Mi Reina - dije inclinandome ante ella.
- No hagas eso - indico ella -. Me molesta.
- Mil disculpas. - dije incorporando me -. Estoy acostumbrado a la Reina anterior.
- ¿Anterior? Esa mujer no es la "anterior". Nunca lo fue. YO soy la única.
- Mil disculpas, nuevamente, por ello.
- ¿Para que solicitaba nuestra presencia? - preguntó Alec, notablemente irritado.
- Ah si... ¿Dónde está su esposo?
- ¿Mío?
- ¿Alguien más tiene esposo en esta sala?
- No.
- Entonces sí. Usted.
- Tuvo que hacer unos pendientes y ... Por eso no pudo venir.
- ¿Magnus Bane? - Alec asintió con la cabeza -. ¿Negándose a venir ante mi?
- No...
- No suena a algo que haría él.
- Tuvo unos pendientes, ya le dije.
- Alec... - susurré.
- Mhm... Bueno... En ese caso, le preguntaré a usted.
- Dígame.
- Si tengo bien entendido... - la mujer se levantó de su asiento y camino hacia nosotros -. Magnus tiene contacto con Camille Belcourt. ¿O me equivoco?
- Si, se equivoca. Camille está en el Gard. ¿Entiende?
- No... - la reina ya estaba altamente irritada -. Inquisidor, la señorita Camille Belcourt escapó hace ya unos meses, por esa razón lo cité aquí. Me sorprende que usted el inquisidor, el que prácticamente lidera a todos los cazadores de sombras, no tenga conocimiento de algo tan importante como lo es el escape de una vampira. Y no cualquier vampira sino a la ex líder del clan de vampiros de Brooklyn, a la ex líder del clan de vampiros de Londres, y la exnovia de su marido.
- Yo...
- Nada, Alexander.
- Aún así, Magnus no ha tenido contacto con Camille, de eso estoy seguro.
- ¿Cómo está tan seguro?
- Él... Ya dejó el pasado en el pasado. Dónde debe estar.
- Mhm... ¿Y tú? ¿Haz dejado el pasado atrás?
- ¿A qué se refiere?
- Me refiero a tus amores y a los de él ¿Ya los has dejado atrás?
Alec tartamudeo algo confundido pero al final respondió:
- Si, están atrás.
- ¿Y el futuro?
- ¿El futuro?
- Si, el futuro ¿Te has preparado para él?
- Yo...
Ya me estaba cansando ¿A qué venía todo esto? ¿Pasado? ¿Amores? No entendía.
- ¿O acaso tienes miedo?
Alec se quedó mirando a la mujer que cada vez se acercaba más.
- Disculpe. - dije y la Reina volteó a verme con su enormes ojos brillantes -. ¿Será que podremos comenzar a charlar?
- ¿Charlar? - ella parecía divertida y algo molesta -. No los llame para charlar. Por lo menos no a ustedes Nephilim, si quisiera charlar, como lo mencionaste, charlaría con el joven Lewis o con el Sr. Bane.
- Sorpresa - masculló Simon. Tenía las manos metidas en lo bolsillos, y miraba a la Reina con desprecio.

My Stupid AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora