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A pesar de que sacaron a Lucrecia en la mañana, la operación termino casi a medio dia y vieron como los emfermeros la llevaban de nuevo a la habitacion a la vez que el medico se acerco a ellos - La cirugia salio bien- justo en ese momento los padres de la chica y su hermano por primera vez en ese pequeño infierno en el que sentian que estaban metidos sonrieron -Ahora la mantendremos en observación, asi que creo lo mejor es que se fueran a descansar, ustedes lo necesitan- menciono y luego se marcho dejando alli a tres personas a las cuales les volvía el alma al cuerpo.

Despues de mucha insistencia los padres de Lucrecia se marcharon a casa, estaban tan cansados ademas tenian que arreglar un bulto para llevarles cosas a la castaña pero el chico no se movio de alli, su corazon no se lo permitia. -¡Valerio!, ¿Como esta Lucrecia?- de esa forma fue que su abuela paterna hacia la gran entrada a la vez que le abrazaba. Aquella mujer de mayor edad era de las pocas a las cuales el chico realmente apreciaba por que ella se habia encargado de que a pesar de vivir en diferentes paises Lucrecia y él pasaran las vacaciones de verano juntos en un rancho en Mexico cuando eran niños, mostrandole a ambos verdadero cariño y no ninguna diferencia. -Ella salio de cirugia y la tienen en observación, no podemos verla todavia- informo tomando a la mujer de las manos y ayudandole a sentar en aquel sillon blanco el cual el chico estaba odiando por lo incomodo que era. -Debiste ir a casa y descansar, me imagino que viniste directamente desde el aeropuerto- la mujer busco algo en su bolso a la vez que decia -No me vengas con sermones en este momento- despues de encontrar su movil y pasárselo a Valerio para que le escribiera a varios sobre que habia llegado bien a España, lo cual hizo de inmedito -Sabes que no podria, tenia que verla. No sabes como me preocupe cuando tu papa llamo-. El chico apoyo su cabeza en los muslos de la mujer y por primera vez cerro sus ojos mientras la mujer acariciaba su cabello. -Ustedes son mis unicos nietos, sabes que haria lo que fuera por ustedes- menciono. Aquella mujer solo tuvo un hijo el padre de los chicos asi que si tenia que ir al mismisimo infierno por sus nietos lo haria.

Una enfermera se acerco a ellos, ya los conocia ella era quien se estaba encargando de Lucrecia -Ya pueden pasar a verla- dijo en tono suave haciendo que el chico se parara de inmedito, ayudara a su abuela a pararse. Ambos entraron en aquella habitacion crema y ella todavía seguia dormida -Ella esta bajo la anestecia, asi que no se preocupen despertara en un rato- miro uno de los aparatos a los cuales Lucrecia seguia conectada a la vez que decia -Cualquier cosa opriman el boton en la pared y alguna enfermera vendra- ambos asintieron despues de escuchar a la mujer y volvieron a prestarle atencion a la chica que estaba dormida luego que la enfermera se marcho.

-Esta toda golpeada- menciono la mujer mayor a la vez que tocaba con dulzura la cara de la chica la cual tenia algunos moretones en la frente por culpa de las bolsas de aire -Lo unico importante es que va a salir de esta- dijo el chico abrazando a la mujer observando también a su hermana. Con aquella mujer alli Valerio dejo de sentirse solo, por fin tenia a alguien con quien compartir su preocupación por que no se sentía en confianza de demostrar lo que realmente sentía con su madrastra y su papa, así que a pesar del trago amargo que estaba sucediendo una parte de el se sintió feliz...¡Por fin su abu estaba alli!.

Amor ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora