The Veil [Harco]

4

El golpe llegó sin avisarle con sus manos se apoyo, había caído en un arrolló. Un quejido se escucho atrás suyo. Draco se levantó ayudando al moreno, se desconcertó. Como su inteligencia lo marcó otra vez, no están en Italia, era pleno día cuando desapareció y aquí ya está el anochecer.

–No estamos en Italia –sólo quiso aclarar. A lo mejor el gryffindor no se percató aún. Una llamarada anaranjada se miraba a través del bosque/selva, eso quería decir, hay población.

Caminó.

–¡A dónde vas!

Potter habló.

–No sé si te percatas de las luces, genio –señaló con su dedo a la derecha–. No traemos nada, estamos en cero. Ellos nos podrían ayudar.

Harry dio paso. La caminata duró una hora hasta llegar al pequeño pueblo, sus pies palpitaba están descalzos al igual que Malfoy. Pequeñas cabañas se alzan junto al lago que este conecta al rio. Adornadas de pequeñas luces figurando estrellas. Se alegro al ver gente alrededor. Se desconcertó al ver varios hombres silvando entre ellos.

—Potter –el llamado del rubio fue un susurro preocupado, él ya se percató. Este retrocedió hasta llegar a su lado–. No te muevas.

Draco se arrepintió al venir aquí, los hombres hablaban entre ellos arrugando el ceño, las mujeres protegían a los niños con su vestimenta. Cayó en cuenta de donde están, India. ¡Maldito Blaise! A dónde vinieron a parar. En medio de la multitud salió un hombre mayor con rayas blancas en la frente y un punto rojo junto a dos mujeres levantando su mano en señal de pausa.
Se acercó al líder con pasos temblorosos.

El ojiverde apretó su puño, dos jóvenes ya lo tenían preso. Se sorprendió al ver cómo la serpiente daba una reverencia con su manos juntas siendo correspondida por el otro. Las palabras salieron del mayor desconcertandolo, Malfoy arrugó su frente en concentración a cada palabra dicha. Lo vio hablar en el mismo idioma con excelente fluidez, se burló de las miradas sorprendidas de todos.

Ellos intercambiaron palabras hasta que la serpiente junto al mayor voltearon a verlo, recordó la idolatría que el viejo de la viñeda lo trataba, Malfoy había dicho que era alguien en la realeza inglesa cuando no era así y hizo lo más sensato, negó con su cabeza.

Intercambiaron palabras viéndolo otra vez. Negó nuevamente.

Los jóvenes lo soltaron siendo acarreado por lo varones hasta en miedo del pueblo mientras que Malfoy era lo mismo con las mujeres.
Todo se volvió una fiesta después, tanto hombres y mujeres le ofrecían frutas ó pan, al principio se negaba, no sabía si esta bien todo esto, la danza vino, todos bailaban alrededor de la fogata; se abstuvo de aplaudir.
Con movientos lentos se acercó donde está sentado el albino.

—¿Qué les dijiste? –fue lo primero que vino a su mente–. ¿Dónde estoy?

El velo se movió a su dirección, ya está más transparente podía ver la cara del Slytherin en ella.

–Nepal, India, Potter. En una comunidad mágica, si prestaste atención a Binns, Merlín vino a India para equilibrar su magia dejando un rastro y esta es una de ellas, aunque no utilicen varitas ya que ellos pueden hacerla sin esta –contestó. Harry se apeno, siempre junto a Ron se quedan dormidos, era tan aburrida la materia–. Aquí tanto la comunidad mágica como la muggle viven en sincronía creen quien la posee fue bendecido por el Dios Brahma. Al igual existen ciertas reglas que hay que respetar –pauso–. En este lugar se veneran a los donceles a diferencia de otras aldeas, esto es normal mientras que en otras es aberración ya que son...

–Hombres.

–Los extranjeros no son bienvenidos tuve que invertarme una historia trágica.

El rubio no prosiguió, una anciana se acercó con amabilidad dándoles telas y con señas les dio la cabaña más alejada.