Capitulo 5

31 9 0
                                    

Luego de que el rey nos "invitara" porque la realidad es que no teníamos otra opción que quedarnos, les ordenó a 2 montañeses que nos llevaran a unos cuartos que parecían ser sólo para invitados. Los jóvenes nos guiaron por otros túneles, después de salir de la sala de trono el chico se dio vuelta.

-Casi te desmayas.-Le dijo a Jacú y sonrió de lado alado como si fuera una situación divertida.

La chica se dio vuelta también y se rió. Noté que eran muy parecidos y me atreví a preguntar.- ¿Son familiares?-

-Somos hermanos también, niña del río.- Luego de una larga pausa en la que el pasadizo parecía volverse interminable hice otra pregunta-¿Por qué su rey nos recibe como invitados si tanto nos desprecia?- dije sin pensar y recibí una mirada de reto por parte de mi hermano.

-Hubo un tiempo en el que nuestras tribus convivían sin problemas, su gente nos intercambiaba sus algas curativas y nosotros les dábamos animales, y así con otras cosas, era muy común que los montañeses jugaran en sus aguas y que los guerreros del río vinieran a mostrar sus habilidades en batalla al gran salón.-Tras una pausa agregó.-Todo esto acabó cuando los espíritus de la montaña se enojaron con nuestra tribu, no sabemos exactamente qué fue, ni quién pudo haberlos hecho enojar, lo que sí sabemos es que fueron tiempos duros, los animales morían, la enfermedad atacó y mató a nuestros guerreros más fuertes, entre ellos Tincu, líder de las expediciones, y el agua, si en épocas de lluvia es escasa se convirtió en algo del pasado, que los mayores nombraban como si formara parte de la historia y no del presente.- Su cara se tornó afligida.- Tu abuelo, guerrera, nos dio la espalda, pero lo peor fue que su acción rompió el Tratado de Jantix, luego de eso no hubo más comercio ni ningún tipo de relación amigable entre las tribus. Nos volvimos prácticamente enemigos.- Se giró hacia mí.- Pero no te preocupes, Rasul no es rencoroso.

-¿Rasul?- pregunté.

-Nuestro rey.- dijo la chica, nunca había escuchado a alguien de la tribu del río dirigirse a mi padre por su nombre, sin embargo ellos lo hacían con su rey como si nombraran a un viejo amigo.- Es diferente a los anteriores, nos recuerda las historias del pasado y nos prepara, ya no somos un pueblo débil, ha logrado convertirnos en los guerreros que alguna vez fuimos.

Apenas terminó de hablar nos dimos cuenta que habíamos llegado a la habitación. Ella abrió la puerta y pudimos observar que era pequeña, había dos camas y una luz tenue que alumbraba muy poco, era cálida.

– Si nos necesitan estamos con Rasul-dijo el chico y cerró la habitación.

La tribu del rioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora