Capitulo 16

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Soñé con un cometa, su luz era de un verde claro y caía de forma tan lenta que podía apreciar la roca a la perfección, en ella vi mi nombre. Una voz pareció salir desde sus destellos. "Niara" dijo la voz femenina.

Desperté repentinamente sin saber muy bien donde me encontraba, mire a mi alrededor y con tristeza caí en que aún seguía en la habitación de la tribu de la montaña. Observé el rejol y noté que era tarde. Jacú. ¿En dónde estaba mi hermano? La última vez que lo vi fue en la cena de la noche anterior. Alguien tocó la puerta y al instante se abrió.

-Niara, veo que ya te has levantado, acompáñame. –Mika señalo el túnel invitándome a pasar.

- ¿Dónde está Jacú? – intenté mostrarme firme, ella pareció inmutarse.

- A eso vamos, niña del agua.- Esta vez su brazo señalaba casi exigiéndome que pasara.

La seguí, el silencio reinaba en el túnel, Mika tomó un camino en el que yo nunca había transitado pero no me atreví a preguntar a dónde dirigía, comenzaron a aparecer múltiples caminos y diversas puertas, luego de varios minutos divisamos una puerta antigua, de madera. De pronto me encontré contra la pared y con un cuchillo en mi garganta.

-No hagas alguna estupidez, no grites, no intentes pelear y por una vez desde tu llegada escucha.- los ojos de la montañesa mostraban enojo pero al mismo tiempo pude notar preocupación.

La puerta se abrió y Mika retiró el cuchillo de mi cuello, al otro lado se encontraba Mejen, nos miró a ambas.

-Pasen.- cerró la puerta tras nosotras. La habitación tenía el mismo tono marrón que el resto de la montaña, con la diferencia de que este cuarto poseía elementos de todo tipo, botellas con contenido fuera de mi conocimiento, animales disecados, mapas de lugares desconocidos, noté que una mujer estaba agachada en el suelo, sus manos tocaban el pecho de un joven recostado, observé su rostro.

-¡Jacú!.- un grito ahogado salió de mi y al instante un golpe fuerte me dejó en el suelo.

-No interrumpas la curación.- Mika me tenía acorralada por segunda vez en el día. Yo no perdí el coraje.

-¿Qué le están haciendo a mi hermano?- escupí las palabras.

-Mucho mas de lo que tú podrías hacer.-

-Esto es brujería.- dije observando con desprecio a la mujer. Había escuchado hablar de ellas en relatos que los ancianos de mi tribu nos contaban con el objetivo de asustarnos. Esta no era la curación que se llevaba a cabo en mi tierra, se decía que estas mujeres invocaban a los espíritus más antiguos y oscuros de su tribu, en algunos casos hasta podían tomar su forma a la luz de la luna llena.

La mujer se dio vuelta y sus ojos sin color se posaron en mí.

-¿Qué te hace pensar que hago brujería? Tu alma joven aún no conoce ni el verdadero significado de la palabra, hija de Jena y Senir.- hizo una pausa y volvió su mirada al cuerpo de mi hermano.- Que sea diferente no significa que deba ser malo.- Guardé silencio.

-Ven, vamos afuera.- dijo Mejen y me dirigió hacia la salida del cuarto. Cerró la puerta con suavidad, yo me limité a observarlo.- Anoche, mientras el ritual estaba comenzando algunos montañeses tomaron a tu hermano, parece que Jacú se metió en algo que no era de su incumbencia.- Lo miré furiosa.

-Vas a decirme exactamente quienes fueron y tu rey se encargará de ellos, si es que yo no lo hago primero.-

-Creo que no estás entendiendo niña del agua.-

-No, lo que yo creo es que todos ustedes están subestimándonos.-

-No se trata de subestimar, Jacú cargaba con un cuchillo por los túneles de la montaña ¿Quieres que Rasul se entere de eso también?- me quedé callada y miré al suelo. Mejen sabía que habíamos planeado escapar.- Tu hermano recibió información sobre un grupo rebelde en formación dentro de nuestra tribu.-

La tribu del rioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora