Capitulo 8

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Luego del desayuno Jacú fue invitado por los jóvenes montañeses a practicar lucha, a lo que mi hermano aceptó con gusto y fue, le dije que tuviera cuidado y me dirigí a mi habitación.

En el trayecto comencé a pensar. ¿Por qué Rasul aún nos mantenía con vida? ¿De qué le servía tenernos aquí? Pero más importante ¿Por qué ponía nuestra seguridad por sobre su gente? ¿Qué teníamos de especial que haría que atente contra su tribu para mantenernos seguros?

Llegué a la puerta de mi cuarto y me di cuenta de que nadie me había acompañado, miré hacia los costados, no había nadie vigilándome, entré rápido a mi habitación y tomé el peine que habían dejado en mi mesa de luz, podría usarlo como un arma de emergencia. Era mi oportunidad.

Caminé por el túnel que llevaba a mi habitación y paré en cuanto vi tres diferentes rutas. La del medio era la que me llevaba hacia el gran comedor, las otras dos eran nuevas para mí.

Decidí tomar la de la izquierda, iba observando los túneles, los cuales tenían una forma redonda y eran de tierra, de pronto escuché voces, estaba acercándome hacia algo. Caminé despacio, casi agachándome, una única luz alumbraba el último trayecto, me topé con un gran canasto lleno de ropa y me di cuenta en donde me encontraba, la lavandería.

Las voces se acercaban cada vez más, ¿Qué iba a hacer? Si salía corriendo estaba la posibilidad de encontrarme con alguien y me llevarían con el rey, pero si me veían aquí también me llevarían con el rey, en ambos casos me encontraría en problemas. 

Sus voces comenzaron a resonar en el túnel, miré hacia todos lados pero no había lugar en donde esconderme, observé el canasto. No lo pensé ni siquiera un segundo y me arrojé allí.

-¿Escuchaste lo que dijo Rasul?- reconocí la voz de una mujer.

- Nunca pensé que fuera a amenazarnos por unos simples niños del agua. – 

La voz de otra chica respondió.- No sé qué estará tramando.- Una mano se metió en

el canasto y tiró de una remera que estaba a mi lado, tragué saliva, tal vez no fue tan inteligente esconderme aquí.

-El chico, Jacú, es lindo.- Escuché una risa por parte de la otra.

-Es de la tribu del agua, ya sabes que es imposible.-

-Soñar es gratis.- tiraron de otra prenda que estaba debajo de mi e intenté levantarme suavemente para que saliera con facilidad.

Podía oírse como sus manos doblaban delicadamente la ropa.

-Deberíamos llevarle ya esto a los que fueron a practicar lucha, ya deben estar llegando y querrán sus uniformes listos.-

-Sí, me parece bien.- Sus pasos alejándose resonaban por el túnel, cuando se dejaron de escuchar salí del canasto.

¿Ya estaban volviendo los que fueron a practicar lucha? ¿Cuánto tiempo había pasado? Comencé a desesperarme, tal vez ya habían ido a buscarme a mi habitación y pensaban que había huido, lo que me decía que no sería para nada bueno para Jacú. Justo cuando me disponía a volver por el túnel, unos pasos resonaron en aquella dirección. No se me ocurrió mejor idea que tomar una prenda y correr hacia el lado contrario. Pero por este también comenzaron a oírse pisadas, agarré la remera que había tomado y la puse en mi cabeza, tapándome el rostro. Respiré hondo, cerré y abrí los ojos mientras tomaba coraje y caminé lo más tranquila posible por el túnel,esperando que pasaran las personas que se oían cada vez más cerca, entrelacé mis manos para que no temblaran. Sin el rey cerca, el odio de los montañeses hacia mi tribu podría causarme graves problemas.

La sombra de la persona se reflejó en la curva del túnel. Primero vi sus pies y después su cara. El chico de rulos del desayuno se encontraba allí, me relajé.

-Lavandera, ¿Sabes dónde está la ropa?- Si le hablaba reconocería mi voz. Negué con la cabeza.

-¿Acaso no sabes hablar?- Una sonrisa amable salió de su boca. Sonreí, lamentablemente él no pudo verlo porque, salvo mis ojos, el resto de mi rostro se encontraba cubierto.- Podrías acompañarme a mi cuarto, tengo ropa que aún no han recogido.- Pasó por mi lado y se dirigió por el túnel que llevaba a mi habitación. Tragué saliva y lo seguí.

La tribu del rioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora