«Tiene novio Doc.» resonaba en la cabeza de Lucas una y otra vez, los celos lo atormentaban. Trató de encontrar una actividad para distraerse, pero lo único que sus compañeros querían hacer, era irse a dormir.
Lucas regresó a la habitación a las nueve de la noche, se duchó, encendió la televisión para tener un sonido de fondo en la solitaria pieza y se puso a estudiar un rato. Las imágenes de Amanda bailando relampagueaban en su mente de cuando en cuando, pero él trataba de no prestarles atención. Pasadas las once, justo cuando Lucas se disponía a irse a dormir su celular sonó. Era Amanda.
―Hola ―dijo Lucas algo sorprendido.
―Hola ¿te desperté?
―No para nada, estaba estudiando.
―¿Estudiando? ¿En serio? Eres un aburrido Lu. Como sea, te necesito, mis amigas se fueron con unos tipos que conocimos en el bar pero yo preferí regresarme al hotel. El problema es acabo de llegar a la habitación y al parecer el instructor está dándole una «sesión privada» a una de mis compañeras. Me preguntaba si tal vez podríamos juntarnos un rato, solo para pasar el tiempo mientras ellos terminan lo que están haciendo.
―Sí claro ¿Estás sola?
―Sí.
―¿Dónde estás?
―Ahora, en el Hotel Interamericano pero...
―¡Yo también!
―¡En serio! ¿En qué habitación?
―541, pero si prefieres nos vemos en el lobby o en la piscina ―indicó Lucas.
―No, no te muevas, estaré allí en un minuto y ya luego vemos que hacer.
―Ok, nos vemos ―dijo Lucas colgando emocionado.
Rápidamente recogió los libros que estaban esparcidos por la cama, estiró un poco las sábanas y se dirigió al baño para aplicarse algo de enjuague, desodorante y colonia. En ese momento tocaron a la puerta y él acudió a atender rápidamente.
Allí estaba Amy, se había puesto unos zapatos altos, unos shorts a medio muslo y una blusa con hombros caídos
―Hola, pasa ―dijo Lucas sosteniendo la puerta para que ella pasara.
―¡Linda habitación! Individual, el tacaño de mi papá nos puso en habitaciones triples.
―Sí, era para mi jefe, él no pudo venir y me la cedió.
―Te estás haciendo notar pueblerino, estoy orgullosa de ti ―dijo dándole un pequeño codazo. Ella emanaba un fuerte olor a alcohol, su cabello y su blusa estaban empapados.
―¿Qué te pasó? ―preguntó Lucas.
―¿Recuerdas a la tipa escandalosa de hace rato? Por alguna razón ella cree que bañarnos con cerveza es sensual, lo hace siempre, lo odio pero a ella le da igual, está loca.
―Tú y tus amigos ―dijo él moviendo la cabeza con desaprobación―. ¿Quieres cambiarte? Creo que tengo una sudadera que podría prestarte.
―Te lo agradecería mucho ―respondió ella.
Él corrió a la esquina de la pieza donde tenía su maleta y empezó a revolver todo en busca de la sudadera. Cuando volteó ella ya se había quitado los zapatos y la blusa. Sólo un pequeño top rosa y la bata blanca de Lucas cubrían su torso bronceado. Él quedó atónito.
―¿Qué te parece? ―preguntó ella agitando las mangas de la bata que le quedaban demasiado largas.
―Se te ve bien ―respondió él tragando grueso.
ESTÁS LEYENDO
AMIGOS SIN DERECHOS
RomanceEl esposo de Amanda ha quedado en coma luego de un accidente en motocicleta. Por casualidad su marido, queda bajo el cuidado del Doctor Lucas Lopéz, quien solía ser el mejor amigo de Amanda, alguien por quien ella sentía una fuerte atracción y un...