>>Vernon<<

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—Joven Hansol, queda bajo arresto por el asesinato del joven Yoon JeongHan—.

Vernon se levantó velozmente del asiento y miró perplejo al agente que había hablado. ¿Él? ¿Arrestado? Tenía que ser todo una broma, una estúpida broma.

Lo jalaron a la fuerza y colocaron sus manos en la parte baja de la espalda, esposándolo. Vernon se removía desesperado pero sólo lograba que sus muñecas dolieran más. Lo guiaron para que caminara, pero este se resistía y no quería moverse de su sitio. Algo andaba mal, él no podía... pasar toda su vida tras las rejas, no, no podía...
Los guardias resoplaron ante la actitud opositora del chico, y lo empujaron con más fuerza hasta que cedió por las malas.

—¡Oigan, detenganse! ¡¡Yo no he matado a nadie!!— pero no lo escuchaban, hacían caso omiso de sus palabras. Vernon comenzaba a ponerse nervioso, definitivamente no lo soltarían. Comenzó a sentir un cosquilleo en el cuerpo y tenía ganas de ir al baño—¿Podrían llevarme al baño? No me nieguen una necesidad fisiológica, sé que no es parte de su trabajo— los hombres se miraron entre sí y accedieron. Dejaron al chico frente a un sanitario y ellos se quedaron afuera haciendo guardia, esperando a que él saliera para volverlo a esposar y condenarlo a ese destino terrible que se le aproximaba.

Vernon salió del cubículo y prosiguió a acercarse al lavabo. Abrió la llave y el agua comenzó a escurrir. Lavó su cara con desesperación, esperando despertar de alguna pesadilla, pero todo esto era real y él no tenía nada qué ver. Miró su reflejo en el espejo, estaba temblando, su respiración se volvió agitada y su mirada denotaba súplica.

Y tuvo la idea.

Algo que lo salvaría para siempre.

Evitaría tener que atravesar por una vida miserable que no le correspondía a él.

¿Pero de verdad lo haría?

Era aterrador sólo el hecho de pensar en acabar así, pero... ¿qué otra vía de escape tenía a su disposición?

Ninguna más.

Lágrimas silenciosas comenzaron a salir de la desesperación, tomó una bocanada de aire para tranquilizarse, buscó impulso dentro de lo más profundo de su alma, ya que se hallaba sin fuerzas, y lo hizo.

Un estruendo se escuchó en el lugar y sus nudillos comenzaron a sangrar en el proceso.

Un grito ahogado fue escuchado segundos después y un golpe seco de algo desplomándose.

Los guardias al escuchar tanto alboroto entraron rápidamente al baño sin pensarlo dos veces. Miraron horrorizados la escena y se acercaron al chico tendido en el piso que comenzaba a desangrarse. ¿Cómo había ocurrido tanto en poco tiempo? Uno de los guardias salió corriendo en busca de ayuda y el otro se quedó allí acompañando al cuerpo inmóvil del chico frente a él.

Le echó una ojeada veloz al baño para intentar descubrir qué había pasado. Vio el lugar donde se supone que estaría el espejo y este se encontraba fragmentado con una marca circular sobre él, mil pedazos afilados estaban esparcidos por todo el suelo.

Fijó su vista en el chico, tenía lágrimas secas por toda la cara, su boca se encontraba entre abierta y el cabello se le pegaba a la frente por el sudor. El guardia bajó la mirada y encontró un pedazo de cristal incrustado en el pecho del muchacho.

No podía estar pasando...

Él, se había suicidado.

Y todo por miedo a afrontar un cruel destino que no era de su incumbencia. Sólo estaba asustado, y optó por la salida más fácil.

Escogiste mal y acabaste con la vida de un inocente, llevándolo a la desesperación. Él no había cometido ningún crimen...

Pero tú sí, lo mataste.

Lo siento, Vernon no es el verdadero responsable. Vuelve al inicio de la historia, piensa bien tus elecciones y ¡halla al mentiroso!

Final malo #3

Halla Al Mentiroso [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora