—Joven Hong, queda bajo arresto por el asesinato del joven Yoon JeongHan—.
Joshua se levantó lentamente y observó a los guardias con auténtica confusión. Esto era insólito, ¿por qué lo acusaban a él? Jamás sería capaz de hacerle daño a Han, jamás.
—Con todo respeto señores, debe de haber algún error, pues yo no soy el responsable— habló detenidamente intentando mantenerse calmado.
Sus nervios comenzaron a ponerse de punta cuando dos tipos se acercaron a él y lo tomaron bruscamente de las manos para esposarlo, no dudó en soltar un agudo quejido y luego lo llevaron a rastras hacia un largo pasillo que contenía infinidades de celdas.
Oh no, no puede ser. Este lugar no podía ser para él, era un hombre muy correcto y culto, nunca pensó terminar en semejante madriguera.
Lo despojaron dentro de una celda que ya estaba ocupada por tres hombres, los cuales eran inmensos según Joshua. Se volteó rápidamente hacia las rejas y llamó a los guardias que ya estaban yéndose.
—Oigan, por favor. Hay que arreglar esto, en serio. Mientras que yo estoy aquí, el verdadero asesino está gozando de su libertad. No me importa si tengo que pudrirme en la cárcel, sólo me importa que capturen a la persona que acabó con la vida de JeongHan, y ese no fui yo. Se necesita hacer justicia por él. Escuchen lo que digo, por favor...— suplicó, los hombres se miraron entre sí con algo de lástima y sólo siguieron escaleras arriba. Por más que quisieran ayudar, no podrían, su trabajo sólo se limitaba a acatar órdenes, la decisión no estaba en sus manos.
Joshua los vio alejarse, y decepcionado suspiró. Aferró sus manos a las barras de metal y relajó su frente sobre ellas.
¿Ahora qué haría...?
No tenía a nadie dentro de la cárcel que lo ayudara.
No podía ejercer contacto con el mundo exterior.
Estaba acabado.
Y lo peor de todo, es que el asesino de JeongHan seguía suelto y se había salido con la suya.
La sangre le hervía sólo en pensar que ese desgraciado seguía libre.Su cabeza comenzó a doler y salió de sus pensamientos para relajarse un poco antes de sufrir una jaqueca de nuevo. Se giró y divisó a tres sujetos observándolo expectantes. Joshua se estremeció y respiró profundo.
—Ehh h-hola— titubeó— Creo que compartiremos esto un buen rato, no los molestaré, olviden que estoy aquí— sonrió vacilante, y nerviosamente tomó asiento al lado de los barrotes, ignorando las miradas que aún seguían sobre él.
Se aferró a sí mismo mientras relajaba su cabeza contra la pared, suspiró pesado y cayó rendido.
[Dos semanas después]
—Alcánzala si puedes, debilucho— rieron en su cara, mientras alzaban sobre su cabeza su bandeja de comida.
Joshua intentó tomarla pero fue en vano. Sintió como lanzaban hacia él un pedazo de puré y sólo se limitó a limpiarse, se resignó y fue a tomar asiento en una banca lejana a la vez que escuchaba las risas a su espalda mientras se alejaba. Sólo esperaría a que la hora del almuerzo terminara.
Nunca se le había visto tan desganado como ahora. Presentaba notables ojeras, estaba pálido, sus ojos no brillaban y se había vuelto más delgado.
Sus compañeros de celda lo tomaban como su juguete, lo molestaban seguido y gastaban bromas pesadas al pobre Hong. Y él, quedándose callado para evitar problemas, siempre aguantaba todo.
Estando en silencio en aquella banca solitaria, recordó cómo era su vida afuera de las rejas.
Recordó que no era tan distinto.
ESTÁS LEYENDO
Halla Al Mentiroso [SEVENTEEN]
FanfictionUn crimen fue cometido en el departamento Pledis, una víctima, 12 sospechosos. Justo ahora, tu trabajo será adivinar quién fue el culpable. ¿Serás capaz de descubrirlo? ¿Llegarás al fondo de esto? Acompáñanos y observa todas las declaraciones, anali...