Capítulo 31

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Planeta Génesis, Año 2703

Lauren Jauregui's Point of view.

Cuando se trata de embriagarse de amor, o uno se emborracha o tira la botella. El amor no es algo que se pueda dar poco a poco. Permítete experimentar la sensación, pero, estar atento con la resaca; a veces ella es inevitable.

Lauren se veía parada hace casi cinco minutos delante de la casa de los Cabello. Por alguna razón desconocida por ella sudaban sus manos y ella estaba ansiosa; su corazón latía acelerado en el pecho y su boca se había secado; ella aún no había tocado la puerta, pero se sentía trabada a hacerlo. La brisa fresca del exterior debía proporcionarle calma, sin embargo en su más profundo interior ella veía derrumbarse lo que había construido en todos aquellos años: La pared que la separaba de sentir tales sensaciones.

Fue la luz que provenía de dentro de la casa y el ruido de la puerta arañando que sacó a Lauren de sus brotes internos, haciendo que la muchacha alzara sus ojos verdes hacia la figura parada delante de él.

"Te vi llegar por la ventana y corrí hacia la puerta, pero después de un minuto sin hacer nada te observé por la mirilla." Alejandro dijo serio. " Pareces una idiota." Dijo, soltando una risa cálida. " ¿Adónde van?"

"Sí... Dinah y yo siempre vamos a ese lugar, se llama Dulce La Habana. Es aquí por los alrededores." Explicó sintiendo temblar su cuerpo. " Alejandro la analizo por unos segundos antes de volver a decir algo.

"¿Tienes frío, niña?" Dijo en un tono divertido, haciendo a Lauren tragar en seco.

"No, señor Cabello." Respondió, haciendo que el ceño fruncido que aún había en la cara de hombre se deshiciera completamente.

"Mira bien..." Él comenzó, arrimando la puerta para nadie más escucharse. " ¿Estás jugando con mi hija o quieres algo realmente con ella?"

"Nosotras..." pensó Lauren, jurando estar sudando frío. " No estoy jugando con Camila, señor Cabello." Le contestó. Alejandro le analizó un poco más.

"Bueno, entonces no tienes que temblar así delante de mí." Él dijo riendo más aliviado. " Yo sólo sería un problema si lastimas a mi chica." La mirada del hombre verificó si nadie más le oía antes de proceder. " Camila ya sufrió demasiado para la poca edad que tiene; no soportaría verla pasar por algo malo otra vez."

"No pretendo hacer pasar a su hija por nada malo, se lo aseguro." Ella dijo, dando gracias a Dios internamente porque él nunca se enteró de la estupidez que ella causó recientemente. El hombre sonrió y asintió.

"Correcto." Él dijo poniendo su mano en el hombro de la chica y sacudiéndola de manera amistosa. " Camila parece disfrutar de tu compañía y yo no voy a ser un obstáculo entre ustedes, sólo no me hagas caso cuando yo juegue con ella sobre eso, ¿de acuerdo?" Preguntó sonriendo sin mostrar los dientes. " Este juego de padre e hija me divierte mucho y me encantan las expresiones que hace." Lauren sonrió y asintió. El hombre suspiró y volvió a abrir la puerta, adoptando un ceño fruncido en su cara otra vez.

"Gracias, señor." Lauren dijo. " Quiero decir, por no alejarme de ella." El hombre apenas guiño para ella, para luego meter la cabeza para adentro de la puerta

"Camila, la chica llegó." El hombre gritó y en menos de un minuto Camila estaba en la puerta, sonriendo de manera tímida a Lauren. La mayor recorrió la mirada por las mechas marrones echadas por sus hombros; llevaba un short jeans claro rasgado y la parte de arriba era bastante pegada, en un tono salmón, que dejaba libre su espalda y sus brazos.

"Hola." La menor respondió con una media sonrisa, sacando a Lauren de su trance.

"Hola." Ella dijo en un suspiro contenido. " Estas... hermosa." Ella dijo la última palabra de manera tímida, ya que estaba siendo asistida por el padre de la muchacha. Camila abrió una sonrisa suave, mirando a su padre rápidamente antes de volver a mirar las orbes verdes.

"Tú también." Ella dijo mirando sus pies en el momento siguiente. " Mucho." Admitió en un susurro.

"Tengan cuidado en ese lugar." Alejandro dijo. " Quiero al menos un metro de distancia entre ustedes dos, ¿eh?" Camila se sonrojó al oír a su padre decir aquello y cerró los ojos, negando con la cabeza.

"Papá, ya soy mayorcita para que tu me dictes las reglas del juego." Ella dijo riendo avergonzada.

"No me hagas ir detrás de ti, Karla Camila." Él gritó y Lauren le sonrió al hombre. " ¡Un metro! Me oíste." Señaló y Lauren buscó el tono juguetón en la voz del hombre, ya que el mismo le había pedido que no se tomara estas cosas en serio, sin embargo, la mirada severa y seria del hombre nunca dejó a Lauren asegurarse de que estaba bromeando.

"Sí, señor." Ella dijo, sabiendo que no cumpliría y que él no tenía derecho a quejarse, de todos modos.

"¿Entonces... vamos?" preguntó Lauren y Camila asintió, inclinándose y dando un beso en la cara de su padre.

"¡Hasta luego, papá!" Y dicho eso se voltearon y comenzaron a caminar.

El hombre se permitió contemplar la visión de su hija riéndose de algo que la mayor había dicho. Sus ojos se encontraron y no se perdieron por mucho tiempo, mientras aún caminaban.

"Se van a caer, estas tontas." El hombre murmura, sintiendo la presencia de alguien más a su lado. " No miran hacia adelante." La dulce risa de su esposa resonó entonces.

"¿Espiando a nuestra hija de nuevo, Alejandro?" Preguntó, viendo al hombre cruzar los brazos con un ceño fruncido en su cara.

"Sólo comprobando si esa mocosa sabe portarse bien con nuestra hija." Él dijo, viendo el momento exacto en que Lauren envolvió sus dedos blancos en los dedos de Camila de manera torpe, después de todo nunca había caminado de la mano con nadie.

"¡Déjalas, hombre!" Sinu pronunció en tono risueño.

"Les dije que se alejaran por lo menos un metro." Él murmuró bajo. " ¿Ves? Esa chica no es confiable." Sinu sólo se rió, viendo a Camila apartar la mirada hacia sus manos entrelazadas y sonreír de manera tímida. El escenario de las dos chicas fue quedando cada vez más distante para los padres de Camila a medida que se alejaban, pero ver la forma dulce que su hija se había sonrojado con el toque inesperado de Lauren hizo una pequeña sonrisa brotar en los labios del hombre.

Genesis - Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora