Capítulo 37

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Planeta Tierra, Año 2695

Narrator's Point of view

"¡Dos pasos más! ¡Ven mi amor, lo logras!" La voz  de Camila salía de forma emocionada. Su hermano estaba aprendiendo a dar sus primeros pasos y, aunque se había perdido de sus padres, ésta era una alegría inmensa.

Camila suspiró al recordar, de repente, cómo se había perdido de sus padres.

"Corre tan rápido como puedas y no vuelvas a mirar atrás. Confío tus hermanos a ti." La voz del agente del FBI sonó y Camila miró con profunda desesperación a su padre, mientras acunaba a Sofía en su regazo, teniendo la cabeza apoyada en uno de sus hombros, mientras Nicolas ya estaba apoyado en el otro hombro.

"¿Qué pasa, papá? ¿dónde está mamá?"

"Hija, papá necesita que obedezcas." Él dijo inclinándose y le dio un beso en la frente a su hija mayor. " Tu madre fue a buscar agua, pero hay gente muy mala detrás de mí. Necesito que saque a sus hermanos de aquí." El primer disparo fue efectuado y Camila asintió, viendo a su padre sacar el arma. "¡Ve!" Y al momento siguiente ella salió corriendo con sus dos hermanos en el regazo. El peso era enorme, pero el pánico era aún mayor.

"Sí, mi amor. Te dije que lo lograrías." Camila salió de sus recuerdos al ver a su hermanito alcanzar su cuerpo finalmente. Camila sostuvo al niño en su regazo y acarició su cabello castaño. Llevaba casi dos días sin pegar ojo, todo para mantener a sus bebés a salvo.

Se había alojado en la cima de una de las muchas casas que no se habían derrumbado como consecuencia de los meteoritos; en un lugar alejado de todo. Debía proteger a sus hermanos no sólo de los bichos, sino de personas que ella ni sabía por qué estaban siguiendo a su familia.

Solo bajaba del techo cuando se daba cuenta de que no había nadie en un radio de un kilómetro o para buscar comida y agua. Aquel día ella había dejado a Sofía, que dormía serenamente, sobre el techo de losa, cubierto por una protección de madera para no llover en ellos y prohibiéndoles de que cayeran en caso Camila no estuviera cerca, que había sido hecha por las propias manos de la chica.

Descendió con su hermano y lo acompañó en el desarrollo de su andar. Hacía aproximadamente siete meses que estaba perdida de sus padres. El cansancio, el miedo y el sueño ya era algo que ella estaba acostumbrada a sentir. Cualquier ruido la desesperaba, pero aquel día la risa de su hermano la distrajo.

"Tardamos, pero te encontramos." La voz grave fue reconocida por Camila. Ella ya había visto al hombre hablando con su padre antes, eso antes de que la Tierra se convirtiera en lo que se había convertido.

"¿Qué quieres?" Camila preguntó aterrorizada, agarrándose más al bebé en su regazo.

"¿Dónde está tu padre?" El hombre preguntó burlándose.

"No lo sé." Ella respondió, dando dos pasos hacia atrás cuando el hombre dio dos hacia adelante.

"Tsc, Tsc, Tsc. Respuesta equivocada." El hombre dijo, sacando una espada de su cintura, algo que se había vuelto práctico para la mayoría, ya que las armas atraían a los grandes y no eran capaces de matarlos.

El corazón de Camila se estremeció al ver al hombre acercarse.

"¡Aléjate de mí!" Ella dijo firmemente, no queriendo gritar para no despertar a Sofía y no generar un llanto estridente en la niña. El hombre se rió y negó con la cabeza, acercándose más.

"Dile a tu papá que deje de huir de nosotros".

"No he visto a mi padre en meses, lo juro." Ella dijo, temiendo por su vida y por la de su hermano.

"¡No vuelvas a mentirme, chica!" Dijo, tratando de darle una bofetada, sin embargo Camila se desvió rápidamente. El hombre frunció el ceño y sonrió. " Veo que tu papá te enseñó algunos golpes, hm." Todos, en realidad. El hombre enseñaba a Camila a pelear desde niña. "Veamos lo que sabe hacer." Trató de darle una patada, pero Camila sostuvo con una de las manos la pierna del hombre, retorciéndola casi al punto de romperla, siendo desviado por el hombre.

La chica estaba en clara desventaja por tener una de sus manos ocupadas por Nicolás y por estar desarmada y eso impresionó al hombre, que se sintió inferior y en su momento de vergüenza hizo una trabada, haciendo caer a  la menor. Él intentó adelantarse a ella, pero ella puso a su hermano en el suelo y en un impulso de su cuerpo ya estaba de pie otra vez. Una enorme mesa fue lanzada contra ella y en un par de segundos ella agarró a su hermano en el regazo y con su pierna impidió que la mesa le lastimara feo.

Gimió alto al sentir algo más ser lanzado contra su pie que estaba apoyado en el suelo y lo miró, viendo que un bloque suelto de la pared había sido golpeado en si. Movió el pie para quitar el bloque de arriba e hizo una mueca al ver la cantidad de sangre.

Con el pie que sostenía la mesa, dio un impulso e hizo fuerza, la lanzó contra el hombre que se acercaba, el hombre cayó desmayado al suelo cuando la mesa lo hizo golpear la cabeza en la esquina de la puerta. Camila dio un suspiro de alivio y se movió dolorida, mirando a su hermano.

"¿Vamos a salir de aquí, Nick?" Preguntó en una sonrisa débil. Su cuerpo estaba agotado y ahora no podía pisar con uno de los pies.

"¡No tan pronto, chica!" Otra voz resonó allí y un enorme golpe golpeó la cara de Camila, lo que la hizo tambalear hacia atrás. Sus ojos vieron a otros tres hombres, y aun con dolor, se dirigió a la esquina de la pared, acorralada, en posición de lucha.

El hombre que estaba inconsciente abrió los ojos medio mareado y se levantó enfurecido.

"¡Desgraciada!" pronunció con la mandíbula cortada. "Sosténganla." Y así lo hicieron. Camila aún logró lanzar golpes, patadas y tapas, alejándose de los hombres, pero cuando más tres hombres entraron lograron detenerla. " Esto es por golpearme. "El líder dijo, golpeando la nariz de la chica  "Por hacerme perder la paciencia..." Otro puñetazo fue dado en la boca de la chica, haciéndola escupir sangre al momento siguiente. " Y esto es una nota para su padre." La espada atravesó el corazón del niño en los brazos de Camila, desgarrando la carne de uno de sus brazos también.

Camila sostuvo el grito en la garganta, sollozndor con el cuerpo muerto de su hermano en su regazo. No podía despertar a Sofía.

"Dile que si no deja de huir la próxima serás tú."

"¿Qué hiciste, Fisk?" La voz gruesa de otra persona irrumpió en el lugar, Camila lloraba, pero pudo ver a una niña mirándola sin expresión facial. " No mires eso, hija." El hombre dijo, tapando los ojos de la chica.

Salieron de allí y Camila vio a los dos hombres peleando de puñetazos. No entendió y tampoco le importaba.

Esperó cinco horas para ir a ver a su hermana, habiendo abierto la tumba de su hermano y lo enterrado en ese tiempo. Sólo subió porque el niña había llorado y aun así sentía miedo de ser vista

"Estoy confiando en tus hermanos en ti." La frase de su padre se repetía torturantemente en su mente.

Subió con dificultad, ya que poseía su brazo cortado, su pie probablemente roto y su cara hinchada, tanto por los golpes como por las lágrimas. Alimentó a su hermana con lo último que tenía, sintiendo su estómago doler de hambre y juró protegerla con su vida si fuera necesario; un ruido la asustó, haciéndole pedir a Dios que aquello parara.

"¡Sh, calma! ¡Me llamo Michael!" El hombre susurró, colocando varios enlatados y algunos sacos de leche en polvo, junto con algunas botellas de agua. " Sólo quiero ayudarte. No soy como ellos y lo siento mucho por lo que le hicieron a tu hermano; si hubiera podido lo habria evitado."

"¿Qué quiere?" Camila preguntó con un miedo incuestionable en su voz.

"Mira, niña. Tengo una hija más o menos de tu edad." Confesó. "Sólo quiero ayudarte. Espérame aquí que en dos días vuelvo con más comida. Confía en mí, niña." Y desaparecio

Camila no confió, no pudo después de ver que él estaba con Fisk. Se fue de allí esa misma noche sin imaginar qué años más tarde reencontraría al hombre.

Genesis - Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora