• I n t r o •

93 1 0
                                    

Bienvenidos al mundo de Duality.

Les presento a los Antinaturales: los nacidos como seres divinos para los que admiran su poder e infernales para los que lo temen. Queridos u odiados por las personas naturales, los que no nacieron bendecidos o maldecidos por quién sea que haya sido el responsable de su aparición al mundo.

Para los "condenados", durante el Hallazgo, esconderse o luchar fueron sus dos opciones hasta que los Halladores los capturaran.

¿Por qué? Pues al Gobierno no le convenía su existencia, simple. Como precaución, el miedo contenido y la excusa del bienestar de la humanidad, la mayoría optó por encerrarlos, alejarlos de sus familias y llevarlos a una ciudad construida principalmente para ellos: Alpha, una isla remota cuyo nombre no figuraba en el mapa, pero que yacía en el océano Pacífico ante los ojos del mundo y bajo la supervisión de la Entidad: la organización de alto mando dedicada a "velar" por la seguridad de los antinaturales y naturales que convivían en dicho territorio, controlar el cumplimiento de las normas y obligaciones de las instituciones locales, brindar los servicios adecuados a los habitantes y, de ser necesario, "mantener a raya" a los indómitos.

Todo esto regulado por los Alcaides: un conjunto reducido de 9 individuos, entre ellos naturales y antinaturales más un ciudadano representante del exterior, con la potestad de crear nuevas leyes y dictar justicia en casos extremos de rebelión o un crimen cometido. De no ser este el caso, las Unidades eran los órganos de menor jerarquía responsables de los problemas de débil trascendencia y, por ello, más fáciles de lidiar; se le puede comparar con las municipalidades del mundo natural.

Todo el sistema era manejado por los Alcaides y nadie podía derribarlo, ni siquiera los más poderosos en Alpha.

Los sectores superior, central e inferior eran gobernados por igual frente a un mismo reglamento, sin embargo, los privilegiados eran unos pocos (los primeros); estos a cambio de recibir una buena vida y lujos, usaban sus grandes habilidades a favor de la Entidad.

De esa forma, tampoco sentían una presión por ir en contra del Status quo.

Como una vez fue dicho: "Consentir al potencialmente peligroso es la clave".

Transformar el peligro en un simple riesgo era el modus operandi en Alpha.

Pero, ¿con qué fin?

¿Para evitar futuras rebeliones?

No. La insurgencia hincaría siempre en la mente de los antinaturales como un picor en la nuca al sentirse observado. Arrancar aquello desde raíz era jugar en contra de su esencia y por qué no, imposible.

Pues era lo único que les permitía ser libres. Solo que ellos no lo sabían.

Tal vez se avecinaba algo más grande, capaz de despejar la niebla mental que tanto aborrecían.

Tal vez se avecinaba algo catástrofico, capaz de dividir pensamientos y corazones.

Tal vez...

DualityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora