Te quiero.
Lo hice desde el momento en el que entré por esa puerta y te miré a los ojos.
Llegará el momento en el que dejaremos de mirarnos, en el que volveremos a ser solo dos desconocidos que se crucen en la avenida que lleva el centro de nuestro pueblo.
Nos vemos todos los días y solo cruzamos las palabras necesarias, hasta que llegue el momento en el que esas palabras ni siquiera existan, en el que no tengamos nada que decirnos y nuestros ojos no se encuentren ni por un solo segundo.
Te quiero y nunca seré capaz de decirlo mirándote a los ojos.
Te quiero y nunca lo sabrás.
Te quiero.
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Mi mente.
PuisiBienvenidos a mi mundo, a mi cabeza, a mis pensamientos, a lo que se me pasa por la cabeza todos los días y a todas horas.