Cuando tenemos toda la vida en nuestras manos nos damos cuenta de lo frágil que es todo, de que podemos romper las ilusiones y las fantasías de los demás con una sola palabra. No nos damos cuenta de la importancia y de la fuerza que tienen las cosas que decimos.
Pretendemos arreglarlo, pretendemos que con decir un solo "lo siento" todo quede atrás, que se borre de la cabeza y de la memoria de aquellos a los que hemos hecho daño, que olviden y nos disculpen y todo vuelva a como era antes con el solo pronunciar de dos palabras, de ocho míseras letras.
Nunca pasará, podemos perdonar, pero la mente nunca olvida. Y eso lo sabemos, pero nos arriesgamos. Tomamos el riesgo de volver a intentarlo, a intentarlo una y otra vez.
No.

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Mi mente.
PoesíaBienvenidos a mi mundo, a mi cabeza, a mis pensamientos, a lo que se me pasa por la cabeza todos los días y a todas horas.