19. Er conejo de mi mujé

7.6K 562 522
                                    

—¡QUE TAS COMÍO ER CONEJO DE MI MUJÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

—¡MANOLO, BAJA ESO! ¡MANOLO!


21 horas antes:

—¡MI TRACTÓ! ¡MI TRACTÓ! —gimoteó mientras corría hacia su preciado vehículo.

—Ha zío zin queré, Manolo, que nos escarrilamo', que no queríamo'...

—No queríai', no queríai'... ¿Y CÓMO ZE ESCARRILÓ EL TRACTÓ HASTA AQUÍ? ¿ME LO QUIERE' EXPLICÁ? ¡IRA' ONDE ESTÁ LA CARRETERA, NATALIA, ÍRALA! —señaló al fondo, increpando a su mujer de forma violenta. La coartada no era muy buena... Un campo de césped bastante amplio separaba el árbol con el que habían chocado y el carril asfaltado—. ¿ZE FUE ZOLO? ¿EH EZO? Mi tractó e' un trafome' que pienza zolito, ¿no? —gritó, preso del enfado.

Alba y Natalia permanecían a unos pasos del desastre, con las cabezas gachas y encogiéndose asustadas cada vez que el granjero alzaba la voz de más. Se sentían culpables.

Psss. Psss. Arba, ¿me escucha'? Ejeeeeeeeeeee.

Joder, como se entere de que le hemos destrozado su tractorcito porque estábamos ahí dale que dale nos mata. Es que si te paras a pensarlo es to' fuerte. Ofú, yo qué quieres que haga, Manolo... Ni me dao' cuenta de que habíamos quitado el freno de mano... Técnicamente sí que ha sido un accidente.

Tenemo' que decirle la verdá. Que yo no viá podé dormí por las noche' como le mienta a mi marío...

¿Y qué excusa le ponemos?

—¿Me vái' a decí ya lo capazao' o tengo que llamá a la Guardia Civí?

—A vé, Manolo, es que le dejé er volante a la Arba pa' que probara... y de repente po' ze metió azí pacá, ze salió par bosque, y yo dije, hostia, po' zerá que la muchacha querrá hacerze una fotillo ahí con los árbole' y er tractó. Pero no, lo que quería era...

—¡Un vídeo, un vídeo! —interrumpió Alba con una sonrisa falsa—. Para... las historias de Instagram—carraspeó, clavando sus pupilas en las de una confusa Natalia.

Arbaaaaaaaaaaaaaaa. Chiquilla, no zea mentiroza, que te va a crecé la narí... ¿Tú mestá escuchando? Que te dicho que tenemo' que confezá, que esto zon agravante'.

Alba giró su cuello hacia Nat y asintió insegura. No estaba contestándole. No era vidente, como era de esperar... Solo hizo aquel gesto para que la dejara a ella solucionar este asunto.

—¡Pero no te preocupes, Manolo! Te voy a comprar otro. Y mucho mejor que este. Más grande, y más... nuevo. Eso. ¿Te parece? —propuso nerviosa y titubeando.

—Este tractó era de mi difunto pare... —murmuró—. Lo monté por primera vé cuando tenía ocho' año'...

La explotación infantil, madre mía.

—...¿te cree' que un tractó nuevo me va a curá esta pena? ¡Le tengo mucho cariño a este tractó! —volvió a llorar echado sobre la rueda—. ¡Y me lo habéi' roto con las tontería' der wafi!

—Manolo, lo siento mucho, de verdad—insistió Alba, acariciando su espalda para consolarle.

—¡DÉJAME EN PÁ!

Arba, psssssss, ejeeeee. Mejó abortamo'. No le decimo' lo que estábamo' haciendo... porque zi está azí ya... No vamo' a tentá a la zuerte. Que una coza es que acepte er polloamó y otra... que no' carguemo' zu tractó ahí... en er acto zezuá. Vamo' a dejarlo en mentira piadoza... Ya me buscaré uno' zoníferos pa' dormí, qué vamo' hacé.

Girazoles - (1001 Cuentos de Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora