Belleza oculta ➛ KIM JISOO

c e r o

Era un día como cualquiera, acababa de despertarme, hoy me sentía de lo peor, pero no podía faltar a la Universidad, no ahora que estamos en los últimos exámenes. La verdad para mi no es un problema estudiar, al contrario, me encanta hacerlo. Por razones como esas soy apodada la "tontita" y "fea" entre todos los estudiantes, ¿absurdo, no? entre tanta gente me tenían que escoger a mi para molestarme, todos los días es lo mismo, pero solo los ignoro y soy feliz.

Actualmente vivo con mi abuela, nosotras somos demasiados unidas, a pesar de eso jamás le he comentado sobre como me tratan fuera de casa, simplemente no me afecta demasiado, o eso pienso hasta el momento ¿para que empeorar las cosas? mi padre está de viaje cuidando a mi tía que enfermó, nada grabe pero aún así me preocupa ella, y extraño a la persona que siempre me consentía, mi queridisima madre.

Mi hermoso nombre es Kim Jisoo, tengo veinte años, demasiado jóven. La mayoría de los chicos a mi edad andan en fiestas y esas cosas, pero a mi no me gustan para nada, las encuentro demasiado salvajes, que tal si me violan o algo peor. (Le re ponía color) Pensarán que tengo una vida de niña de cinco años, bueno eso es lo que todos piensan, pero no es así, solamente soy callada y me guardo todo lo que podría decir cuando me pasan a llevar. No tengo un pelo de tonta, la gente es demasiado ciega.

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—Jisoo, cariño! Se te hace tarde para la Universidad. -Gritó mi abuela con un tono suficiente para que yo pudiera oír desde el segundo piso, sacandome rápidamente de mis pensamientos.

—Señora, puedes subir a ayudarme porfavor. —Dije tratando de sonar lo más convincente posible para no atrasarme aún más, me gustaba llamarla señora solo para ver su cara, de verdad daba una enorme risa.

—Hija que ocurre, porque aún no estás lista? Llegarás demasiado tarde! además estás en tus últimos exámenes, sabes que no puedes faltar.

—Lo sé abuela, pero me siento demasiado mal, ¿podrías ayudarme a alistarme? ni fuerzas tengo, me siento fatal.

-Pobrecita mi niña, claro te ayudo. Ah pero viene a verte ese tal YeonJun y estás saltando en un pie, apuesto a que ahí se te quita todo el dolor.

-Ay! Abuela no seas así. -Dije frunciendo el ceño rápidamente, el solo es un amigo que quiero mucho, ya que siempre me apoya.

-Está bien, está bien, no necesito explicaciones de tu vida amorosa.
La nombrada soltó una carcajada, la verdad nosé cual es tanta la gracia.

-Bien hija, estás lista. Mantenme informada durante el día de como te sientes, está bien? -Dicho eso dió un beso en mi frente para así despedirme de ella y partir a la Universidad.

Juro que ahora si me sentí como una niña de cinco años, ¿mi abuelita ayudandome a vestirme?! bueno, era algo de urgencia.
Aún así con veinte años soy su bebé. -Hice un pequeño puchero, sin percatarme si había alguien a mi alrededor.