ESTOY CASADO, pensó Draco. No era de extrañar que su memoria hubiera elegido olvidar lo peor que le podía pasar a un hombre aparte de estar enfermo.
A pesar de que sólo tenía treinta años, le pareció que había sacrificado su libertad. Había terminado cometiendo el mismo error que su padre y su abuelo.
Siempre le habían gustado las mujeres y había tenido incontables compañeras de cama, pero ja más había creído en el amor, así que tenía la espe ranza de que su matrimonio notuviera nada que ver con ello.
Estaba seguro de que su esposa sería una mujer alta y rubia porque ése era el tipo de mujer que le gustaba, provendría de buena familia y tendría dinero. Tal vez, fueraeconomista o trabajara en banca. Aquello lo alivió en cierta manera.
Quizás, se había dado cuenta trabajando con ella de que eran almas gemelas en el terreno profesional. Aquello sería perfecto pues se trataría de una mujer callada y distante quesabría respetar su apretado horario de trabajo y no se quejaría por no verlo.
En aquel momento, llamaron a la puerta. Draco, estaba mirando por la ventana y se giró.
-¿Te importa cerrar los ojos para que entre? -preguntó una vocecilla en inglés.
Primera sorpresa. Se había casado con una extranjera con acento pueblerino. Segunda sorpresa. Hablaba como una adolescente y pedía cosas estúpidas.
-¿Draco?
Draco apretó los labios con impaciencia y accedió.
-Supongo que tú también estás nervioso por mi presencia, pero no tienes nada de lo que preocuparte -añadió Hermione.
Draco se volvió a girar hacia la ventana. Tercera sorpresa. Una mujer que no hacía ni un minuto que acababa de llegar y ya lo había puesto de los nervios.
-Me he emocionado cuando me han dicho que habías preguntado por mí... -dijo Hermione cerrando la puerta y abriendo los ojos.
-¿Quién te ha dicho que yo he preguntado por ti? -contestó Draco con incredulidad-. ¿Cómo iba a hacerlo si ni siquiera me acuerdo de ti?
-Dios mío, ¿qué haces fuera de la cama? -preguntó Hermione preocupada.
-¿Tienes una lista de comentarios estúpidos o te salen sin esfuerzo? -le espetó Draco girándose hacia ella.
Al estar tan cerca de él, a Hermione le pareció que su altura era amenazante, pero, a pesar de eso y de la horrible pregunta que le acababa de hacer, se sentía irremediablementeatraída por él.
No había olvidado lo increíblemente guapo y lo sorprendentemente sexy que era aquel hombre, pero eso no impidió que se quedara mirándolo con la boca abierta.
Draco no sonrió y aquello no la sorprendió. No solía sonreír a menudo y, además, en aquellos momentos no debía de tener ningún motivo para sonreír. Aunque jamás lo hubierareconocido, Hermione estaba segura de que debía de estar muy asustado.
-Detesto el sarcasmo -le dijo.
-Y yo detesto las preguntas estúpidas -contestó Draco.
Aquella mujer era mucho más bajita que él y no debía de tener más de veintitrés o veinticuatro años. Tenía unos ojos marrón del color de las avellanas o quizá con un toque demiel y el pelo castaño claro bastante largo y descontrolado.
¿Cabello ondulado? Draco decidió que debía de ser el efecto de la luz.
Tenía pecas por la nariz y unos labios carnosos de color cereza que hubieran tentado a un santo, Draco sintió que se le endurecía la entrepierna y se sorprendió sobremanera puessiempre había controlado las reacciones de su cuerpo, incluso siendo un adolescente.
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Herencia Malfoy - Hermione y Draco by: Persefonne
RomanceEl banquero Draco Malfoy sufría pérdida parcial de memoria tras un accidente de coche y se sentía un poco confuso... pues tenía una esposa con quien no recordaba haberse casado. Hermione era hermosa, dulce, sencilla... ¡y virgen! Eso no dejaba de se...