Capítulo 3

3.5K 200 10
                                    

Hermione sintió que se ruborizaba de pies a cabeza. ¿Una situación erótica de lo más estimulante? ¿Una mujer con la que había compartido mil momentos íntimos? 

Draco se creía que era una esposa normal, claro. ¿Corno iba a imaginar las circunstancias en las que se habían casado hacía cuatro años? 

-Es una manera de verlo -contestó intentando que no se le notara lo incómoda que estaba. 

-Te sonrojas como una adolescente -comentó Draco divertido- 

-¡Sólo contigo! -contestó Hermione furiosa porque sabía que estaba como un tomate

En el colegio, aquella facilidad para sonrojarse le había valido las bromas de sus compañeros. Menos mal que había conseguido controlarlo al ha cerse mayor. Sin embargo,parecía que con Draco no le funcionaba. 

-No debemos de llevar mucho tiempo casados- comentó él abrazándola- 

-¡No! -exclamó Hermione. 

Draco sonrió. Aquella mujer era pequeñita, pero tenía carácter. 

-No te preocupes... por besar a mi mujer no voy a recaer- 

-¿Cómo lo sabes? -preguntó Hermione como una tonta-. No creo que sea buena idea que nos besemos... todavía... 

-No pasa nada -insistió Draco divirtiéndose por la preocupación de su esposa ante la posibilidad de que un poco de sexo le sentara mal-. Tómatelo como un experimento. Puedeque me haga recordar cosas, bella mía-

-Draco... 

Hermione no quería que se echara atrás, se moría por experimentar lo que una vez le había sido negado, así que ladeó la cabeza y dejó que la besara. 

Inmediatamente, sintió que el cuerpo se le con vertía en fuego líquido y, al poco tiempo, se encontró gimiendo de placer. 

-Hemos llegado a casa -anunció Draco apartándose y mirándola a los ojos

Sorprendida por su propia reacción apasionada, Hermione intentó recuperar la compostura. En lo más profundo de sí, habría preferido que no hubieran llegado todavía. Habríadejado que le hubiera he cho el amor allí mismo, en la limusina, y Draco se debía de haber dado cuenta. 

Se sentía avergonzada por haber llegado tan lejos. ¿Cómo iba a volver a mirarlo a la cara? Se había comportado como una muerta de hambre. 

¿A qué estaba jugando? Draco se había fiado de ella y, precisamente por esa confianza, ella tenía que comportarse con cabeza y mantener las distancias entre ellos. 

Cuando el chofer le abrió la puerta, Hermione miró disimuladamente a su alrededor. Draco vivía en una inmisión rodeada de altos muros en cuyo vestíbulo había estatuasantiguas, muebles preciosos y suelos de mármol. 

Hermione notó que el mayordomo que había acudido a darles la bienvenida la miraba con curiosidad. 

¡Dios mío! -exclamó Draco en ese momento. 

Hermione lo miró. Había algo que lo había sorprendido. 

-Vamos arriba -lo urgió. 

Mientras la seguía, Draco se preguntó qué hacía el cuadro-el favorito de su abuelo- en el vestíbulo de su casa. 

-Ahora estoy contigo... me acabo de acordar de una cosa -le dijo Hermione al llegar a la planta de arriba. 

Herencia Malfoy - Hermione y Draco by: PersefonneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora