Capítulo 8

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AL DÍA siguiente, Hermione tampoco tuvo ganas de desayunar. Tenía náuseas y no era la primera vez que le ocurría en los últimos días. ¿Tendría algún virus? Lo cierto era queno se sentía enferma sino, más bien, como si algo no fuera bien. De repente, se dio cuenta de que su cuerpo se estaba comportando de manera extraña. Calculó rápidamente conlos dedos y se percató de que se le había retrasado el periodo. Volvió a contar, pero lo cierto era que nunca había controlado los ciclos y así era imposible tener las fechas claras.Se dijo que se estaba equivocando, pero entonces se recordó nunca haber tomado medidas para no quedarse embarazada. Draco tampoco. Jamás se le había ocurrido quepudiera concebir un hijo. ¿A Draco tampoco se le había ocurrido? ¿Habría asumido que estaba ella tomando la píldora? No pasaba nada. En el último mes se había acostado con élsólo una vez. Las posibilidades de haberse quedado embarazada eran mínimas. Además, había leído en el periódico que la tasa de fertilidad iba en descenso. 

Decidió que el estrés había alterado su ciclo menstrual y que esa misma alteración estaba haciendo que todo su sistema se alterara y ella se sintiera mal. Esperaría unos días y,si seguía sintiéndose mal, se haría una prueba de embarazo. Mientras tanto, decidió no volver a pensar en ese tema pues no quería volverse loca por algo que no era probable quesucediera. Peter le llevó el teléfono. Era Draco

-Quería haberte llamado ayer por la noche, pero la reunión terminó muy tarde -le dijo su marido-

Hermione se enfureció consigo misma por alegrarse de oír su voz.

-No pasa nada. No esperaba que me llamaras-

-Esta noche tenemos una fiesta-

-Vaya, así que, me sacas una noche por ahí por haberme portado bien, ¿eh? -se burló Hermione. 

-Algo así, pero prefiero que te portes mal -con testó Draco-. Te advierto que no me gustan mucho las fiestas. 

Mientras se vestía aquella noche, Hermione esperaba con la respiración entrecortada que se abriera la puerta que comunicaba sus dos habitaciones. Se había puesto un vestidoverde con los hombros al descubierto que acentuaba la perfecta palidez de su piel.

La puerta nunca se abrió, así que bajó las esca leras y se encontró con Draco en el vestíbulo.

-Estás muy bien -le dijo mirándola de arriba abajo con interés. 

Hermione se sonrojó. 

-No hace falta que parezca que estás sorprendido

-Se me había pasado por la cabeza que ibas a intentar ganar puntos poniéndote algo totalmente inapropiado -admitió Draco- 

-Nunca haría algo tan infantil -contestó Hermione-. Por cierto, me he vuelto a poner la alianza -carraspeó.

-¿Por qué no? Te lo has ganado -se burló Draco

Hermione se sonrojó como si la hubiera abofeteado.

-¡Cuando me hablas así, te odio!-

Draco se rió.

-Es tradición en mi familia que el odio prolifere entre las parejas casadas-

-Tu madre se enamoró de otro hombre, pero eso no quiere decir que odiara a tu padre-

-¿Ah, no? Ya estaba enamorada de ese hombre cuando se casó con mi padre. El amor de mi padre se tornó odio cuando se dio cuenta de la verdad-

-Entonces, ¿por qué diablos se casó con él?- 

-Por el dinero -contestó Draco guiándola a la limusina que los estaba esperando-. Mi abuela fue igual de ambiciosa, pero tenía más principios. Ella le dio a mi abuelo un hijo yluego le dijo que había cumplido con su deber. Aunque siguieron viviendo juntos hasta que murieron, no volvieron a hacer vida marital. 

Herencia Malfoy - Hermione y Draco by: PersefonneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora