Claro que sé quien es Juli. Juli, en realidad, Julia, es una nueva amiga de el. Es nueva en su colegio y va a otro curso. He visto cómo se hablan por Facebook, por Messenger y mensajes de texto. También ví que tienen códigos, códigos que no entiendo. No importa, no me molesta que tenga amigas, me molesta ella.
Lucas ni siquiera notó su "falla". Continúa revisando la caja y festejando cuando encuentra algo fascinante.
-¡No puedo creer que te hayas acordado que amo esto! ¡te amo!-me dice dándome un beso con sabor a caramelos.
-Claro que me acordé-le contesto entre besos.
Lucas deja la caja sobre la cama e intenta sacarme la camisola. Yo bajo los brazos, no quiero quedarme en ropa interior.
-¿Qué haces?-le digo riéndome.
-Es que quiero verte con menos ropa-me contesta y vuelve a intentar.
-Pero creo que yo no quiero eso todavía. Me parece que no estoy lista aún. Ni siquiera se cuando estaré, no he pensando en eso.
-¡Qué aburrida, Melina! Okey, entonces veremos un video interesantísimo que me paso Martin-me dice mientras se acuesta en la cama de sus padres de un brinco y abre su notebook que ya estaba en la cama-es un video de un chico jugando al GTA y te muestra todos sus trucos.
-¿No podemos ver otra cosa?-pregunto haciendo puchero.
Lucas ni me mira.
-Shh, escucha. Te va a interesar, lo prometo.
Vimos el video de Martin y dos-o tres-videos más de GTA. Estoy muerta de aburrimiento y cansada de proponer planes un poco más interesantes. Me fastidio, pero no quiero irme. Sé que es uno de los últimos días que lo voy a ver antes de su viaje, quiero aprovecharlo.
-¿Estas enojada?-me pregunta.
-No, no lo estoy. Solo quisiera que hagamos algo de novios y no estemos toda la tarde viendo videos de GTA. Me aburro.
-Intenté hacer algo de novios y no quisiste. No es mi culpa.
-Bueno, esta bien, como digas.
Lucas se ríe y deja su notebook a un lado.
-No te enojes, dame un beso-me dice acercándose.
Comenzamos a besarnos en la cama. Lucas intenta sobrepasarse de nuevo y, fue tan bruto, que rompió las costuras de la camisola.
-Hasta la camisola quiere salir, ¡vamos, Meli, anímate!-me dice mientras tira un poco de la costura rompiéndola todavia más.
-¡Basta Lucas, para! No quiero, me da vergüenza-le contesto tapándome.
-¿Vergüenza de qué?¿De que te vea la barriga? Si una vez, estabas emprolijandote el cabello y se te vió. Ahora sería lo mismo. Además, con camisola o sin camisola, se vé que estás gordita. Aprovecha tus kilos de más, hace que tengas pechos más grandes. Eso me encanta.
-¡Que no! basta de decirme eso, es horrible-le digo con los ojos llorosos.
-Como digas-contesta soplando y tirando los ojos para atrás-oye, me ha mando un mensaje Martin. Tendré que ir a su casa. Nosotros estamos juntos hace como cuatro horas y a él no lo podré ver en toda la semana, estaré ocupado. Además, la semana entrante me iré de viaje. ¿Sabes volver a tu casa desde la mía o tengo que acompañarte hasta el Alto Palermo?.
-¿Podrías acompañarme? Se hizo tarde y esta oscuro. Me da miedo caminar sola hasta el centro comercial.
-Claro amor, te acompañaré. No olvides las flores, mis padres se enterarán que estuviste aquí y me pedirán que muestre fotos y todo eso.
-¿No saben que estas de novio?
-No, me muero si se enteran. Mi papá siempre me muestra fotos de las hijas de sus amigos y, no quiero ofenderte, pero son muy diferentes a ti. Y bueno...no quisiera...ya sabes, cosas de hombres. No importa.
Me quedo callada. Sé que todo lo que me dice Lucas no está bien y de hecho, me encantaría poder reaccionar. Por alguna razón, siempre dejo pasar todas esos comentarios hirientes, no quiero perderlo y sentirme sola. Me imagino que pasaría si me entero que esta con otra chica o que le gusta otra chica. Me muero de celos, no quiero que eso sea real.
-Esta bien, es tu decisión. Vamos.
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Desconocida
RomansElla se enamoró de Lucas, él se enamoró de una parte de Florencia. Florencia es la chica que nunca existió.