Capítulo 1. Los 2 pokémon Extraños.

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||Aldea ThunderFang, Agosto 2, Año 7,813||

18 años han pasado desde que la exploradora visitó la aldea, salvando así a un Shinx, quien sucumbía a una extraña enfermedad. El Shinx, nombrado Tesla, logró crecer de forma saludable y feliz en la aldea, aunque este parecía tramar algo el día de hoy, pues el felino se encontraba en su casa, sentado cerca de una mochila, la cual revisaba de forma constante viendo su contenido, entre estos, unas bayas, semillas y un zinc.

--Bien, no falta nada.-- Murmuró cerrando ya dicha bolsa para colocarla con cuidado en su lomo. Tras acomodarla bien, este prosiguió a avanzar cuidadosamente, pues había un Pikachu dormido a su lado. En un intento de hacer el menor ruido posible, el felino llegaba a la puerta, la cual antes de abrirla, miraba una última vez al Pikachu con cierta reacción de culpa, la cual tuvo que intentar olvidar tras salir de la casa y cerrar la puerta. --Lo siento Edi, pero si no es hoy, no será nunca.-- Susurró pegando su cabeza a la puerta por un instante, una especie de arrepentimiento se hacía presente en él, sin embargo, ese arrepentimiento se vio totalmente cegado cuando una gran sombra cubrió al felino, quién al notarla se volteó para mirar de cara a cara un pokémon de ojos carmesí y amarillos con pelaje negro y azul que le miraba con cierta curiosidad.

--¿Se puede saber adónde vas jovencito?-- Cuestionó la pokémon de voz femenina mirando seriamente al Shinx.

--¡¿M-Mamá?!-- Exclamó con nervios al ver a la pokémon, la cual era una Luxray, al identificarla como su figura materna, el Shinx empezó a pensar en una excusa para librarse de aquel momento. --Emmm, yo iba a mis prácticas de soldadura con Magneton.-- Se justificó con una sonrisa nerviosa, intentando mantener la calma recuperando su postura, a lo cual la madre respondió con una mirada dudosa. --Ya sabes, me tengo que ir, a él no le gusta que llegue tarde.-- Añadió intentando huir, no obstante, este fue detenido por su madre quien lo cargó como si fuera una cría pequeña aún.

--Disculpa, pero no irás a ningún lado.-- Dijo tras asentar a su hijo en la entrada y tomar la mochila de este para abrirla. --Veamos que tienes aquí.-- 

--Ya sabes lo típico de soldadura.-- Se intentó excusar nuevamente, pero al revisar la mochila, su madre notó un par de cosas para nada comunes.

--¿En serio? Tú nunca llevas bayas a tus clases.-- Mencionó sacando unas bayas aranja de la bolsa, para luego revisar nuevamente y mostrar una especie de semillas, dándole una reacción más seria, a lo que el Shinx simplemente contestaba desviando su mirada avergonzado.

--Es que yo... lo siento.-- Se disculpó con la cabeza cabizbaja, evitando el contacto visual directo. --Si no me voy hoy, Tío Zera implantará ese rastreador eléctrico en mí y será imposible irme luego.-- 

--¿Y por eso intentar escapar sin despedirte y con una mala equipación en tu mochila?-- Cuestionó con un tono de enojo falso, pues se le denotaba una pequeña sonrisita al ver como el Shinx se veía regañado. Sin aguantar más, la Luxray comenzó a reír levemente, llamando la atención de su cría. --Ay Arceus, es que no puedo, jaja.-- 

--¿Qué?-- Preguntó confundido Tesla, antes de notar como su padre salía de su escondite para abrazar a su esposa, quién todavía reía sin contenerse bien.

--No se te da bien fingir, cariño.-- Opinó Nate acariciando a Lucía mientras intentaba calmarle la risa.

--Lo siento Nate, pero es que su carita, ay Arceus, se veía tan tierno.--

--Ahora estás exagerando.-- Opinó su esposo nuevamente al escuchar la declaración de la Luxray.

--Emm, ¿Pueden decirme qué está pasando?-- Interrogó el pequeño felino a ambos tigres, quien simplemente dirigían la mirada hacia la salida de la aldea, en donde se encontraba un comité entero de despedida. --¿Qué centellas?--

Pokémon MMEC Equipo DarkStarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora