SI NADA SIENTES [Alerta Casian I]

Capítulo 12: "La guerra no empieza hasta que..."

-— Vaaale. No parece que tengas una contusión. En realidad creo que estás bastante bien para lo loca que te pintan — Declara Shanne finalmente apagando la pequeña linterna con la que me acaba de dejar ciega.

— ¿Eres médico? — pregunto pestañeando varias veces seguidas tratando de recuperar mi visión.

He tenido que acceder a regañadientes a que me revisara. No confío en él y no sé porqué Erza me ha dejado en sus manos.

— No lo soy — Aclara guardando el utensilio. —. Uno aprende algunas cosas con los años. Herida de machete por aquí, amputación de dedos por allá. Ya sabes.

— ¿Y la bata a que viene?

— Pensaba que te daría morbo. — Shanne esboza una sonrisa de lado que sería incluso atractiva de no venir de él.

— Claro. Porque, que hayas intentado estrangularme es sexy ¿no? —Bufo poniendo los ojos en blanco mientras abre la boca —. No contestes.

— Era una broma. — Se defiende. —Quería ver si era verdad lo que contaban sobre ti.

¿Lo que contaban sobre mi?

— ¿Qué sabes exactamente sobre mí? —Pregunto con cautela.

— Ya puestos a quitarnos las máscaras... —Su sonrisa se ensancha de forma macabra. — ¿Qué se siente haber dejado de ser el perrito faldero de Petrovik?

Con eso basta para que mi cuerpo se tense y vuelva aquella ira que como de costumbre me caracteriza. Shanne parece darse cuenta, puesto que su sonrisa desaparece siendo sustituida por frialdad.

— La próxima vez que descuartices a alguien. Intenta no involucrar a Casian. Puede que tu seas una asesina a sangre fría. Pero él es peor. No quieras despertar a la bestia —se interrumpe por un momento antes de volver a sonreír —. Al menos no a la que no está en sus pantalones. Estoy seguro de que esa se ha despertado hace ya.

— ¿A qué te refieres?

— No te engañes. Puede que ahora parezca tu angel guardián, pero las apariencias engañan. Y créeme que no te gustará ver su verdadera cara. A ninguna le gusta... —bufa.

Más que una amenaza parece una advertencia. Nunca he pensado en Casian como mi ángel guardián, es más, después de sus acciones...

— ¿Por qué me das esta información? — Pregunto poniéndome en pie. —. Y no me vengas con el royo de buen samaritano porque no te pega.

— Porque nadie quiere que Urşi empiecen una guerra en nuestro territorio. No pienso morir por ti.

— No van a pisar vuestro terreno. — Digo tratando de convencerme más a mi que a él. —Tienen cosas más importantes que intentar ganarse a unos camellos de cuarta.

— Auch. No seas ilusa. Has matado a uno de los suyos ¿Cuánto crees que tarde en venir a por ti?

Shanne tiene razón. Siempre he sido consciente del riesgo que represento para las personas que me rodean, sin embargo supongo que nadie se quiere sentir solo.

— No te equivoques. No te estoy ayudando, Drake. — Suelta cerrando el maletín que estoy segura de que ha de tener dos cosas contadas en su interior. — Si estalla una guerra, tu cabeza tiene precio.

Antes de que salga lo detengo.

— Entonces ¿Por qué estoy aquí? — Pregunto  —¿Por qué confiar en vosotros?

Shanne no duda en contestar.

— Como he dicho, tu cabeza tiene precio. Y prefiero ser yo el que la entregue.