❝Soñé.❞ [San Martín x Belgrano.]

˗ˏˋ🥤ˎˊ˗VIII.

(...)

-Berny, ya te dije que odio que me llames así.- Belgrano lo miró limpiándose las lágrimas.

-Y yo odio que llames así, Cotorrita.- Estaba por reír, pero al verlo con los ojos rojos puso una mano en su hombro. -¿Qué pasó?-

-Nada grave, me enteré de algo que desearía no haberlo hecho...-

-Aww, mi Manu-. Lo miró mal, muy mal pero no le reclamó. -Vení, te compro algo.-

Sinceramente no podía decir que no, le estaba intentando levantar al ánimo. -Dale...- Contestó con una débil sonrisa.

   Si bien Bernardino Rivadavia era una persona molesta, que habla sin saber, no quita el hecho de que sea bueno o amable, pocas personas sabían eso. Belgrano lo conocía desde hace mucho al pelinegro, tanto que apenas le molestaba lo que él hiciera... ¿Qué pasó? Se distanciaron, en cuarto año se separaron. Belgrano tomó la rama de sociales, Rivadavia de economía.
Al menos se veían en los recreos, pero cada vez se encontraban menos, cada uno se iba por su lado.
   Mientras Belgrano pensaba en ello, el contrario le alcanzó una pepsi y un guaymallén que había comprado en un kiosco.

-Tomá, sé que te gusta más la pepsi que la coca.- Presumió sobre los conocimientos sobre su... ¿amigo? No sabía si aún se podrían llamar así.

-Gracias, Berny.- Le guiñó el ojo riendo. Esto le provocó un pequeño sonrojo.

-Pelotudo.- Metió las manos el bolsillo y caminaron hasta llegar a una plaza, había poca gente. -¿Me vas a contar de qué te enteraste?-

-... ¿Te puedo confesar algo?-

El de ropas oscuras rió. -¿Que te la re comés?- Al ver que el otro ni se inmutó lo miró sorprendido. -¿Manu?-

-Sí, soy gay.- Dijo dejando el alfajor por la mitad apoyado en el banco, llevando sus rodillas al pecho. -E-Estoy con San Martín. Tengo celos de Rosas, ese pelotudo grandado... Y quedé en estudiar con él en la misma universidad, todo nuestro grupito. Se va a estudiar con Rosas y Bolívar a Córdoba, ¡Y algo me dice que el colorado puto le dio la idea! Sanma lo prometió, todos lo hicimos...-

-... Manuel perdón, pero estás haciendo berrinche por una pelotudez. Entiendo que estés enojado, pero cuando te vi llorando parecía que no sé, se habían muerto tus viejos. Sos un histérico boludo, si te tomas todo así te vas a morir de un infarto a los treinta.- Puso ambas manos en sus hombros y lo obligó a mirarlo.

-... Perdón...- Lo abrazó por reflejo. No salió otra palabra más cuando su abrazo fue correspondido. -Gracias Riva... Necesitaba a alguien para hablar...-

-Tranca palanca, my friend.-

-Cipayo, hablá en argentino, wacho.- Lo empujó con cuidado riendo.

-Vos sos muy patriota, eso pasa.-

-Na, na, na, flasheas cualquiera, es que sos un entregado a los ingleses, ¿Te acordás de los chicos de intercambio?-

-Uy sí...- Sonrió, se hizo amigo de estudiantes de intercambio ingleses cuando empezaba la secundaria, ellos ya se graduaron.

-No sé, para mí ese Beresford te tiraba onda.- Rió dándole un trago a la gaseosa.

-Uyyy man, ¡Sos re pesado, ya te dije que decís cualquier cosa!-

-Te hacía la tarea de inglés el loco.- Rió a carcajadas, estaba feliz. Feliz de poder volver a hablar con un viejo amigo.

-No te banco.- Suspiró sin borrarse esa pequeña sonrisa. Tenían diferencias, sí, pero no siempre influenciaban en cómo iba su amistad.

-El ofendido le dicen.- Lo miró profundamente a los ojos... Ojos negros... Les recordaba a los de José... Sonrió triste.

-¿Te pegó la depre otra vez?-

-No, dejá... Che, gracias por todo.- Guardó en su bolsillo el papel del alfajor, no iba a tirarlo al suelo. La botella por la mitad la llevó en la mano. -Pero me tengo que ir... No le avisé nada a mi vieja, me va a re matar.-

-Sos un boludo... ¿Mañana hablamos?-

-Dale.- Le mostró una sonrisa sincera.

Se despidieron y cada uno fue por su lado.

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-¿Y bien?-

-...-

-¿No me vas a decir nada? Mirá que tengo fotos que puedo usar en tu contra.-

-Bueno, vamos a otro lado y te cuento...-

-Sabía que podía confiar en vos.-