˗ˏˋ🍂ˎˊ˗ X.

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   Belgrano no podía dormir, le habían llegado mensajes por Instagram de una joven muchacha de tercero, un curso menor, no le quiso responder. Abrió el WhatsApp para ver si alguien le había enviado un mensaje, los único chats con el círculo verde era uno de su primo, Castelli reclamandole dinero, Berny con el chat con más de doscientos stickers y otros quejándose de algo de la escuela.

-Manu, deja el cel que quiero dormir...-

-Mmm, mirá vos.- Dijo sin despegar la vista.

-¿Qué hora es, boludo? Mañana tenemos clases.- Se acercó a él abrazándolo, enfocó con cuidado sus en la pequeña pantalla para no cegarse. -Salame, son las cuatro de la mañana.-

El de ojos zafiro puso su celular contra su propio pecho, bloqueándole la vista de la pantalla al menor. -Dejá que respondo algo y me voy a dormir.-

Lo miró desconfiado, pues nunca antes le había privado ver sus mensajes o su celular en sí. -Bueno.- No le tomó importancia y apoyó su cabeza en el pecho del castaño. Lo último que vio, fue todo negro, había quedado profundamente dormido, con un amargo sabor de boca.

(...)

-La chiquilla esa está loca, te lo juro, pana.- Soltó el venezolano mientras caminaba junto a un "amigo" suyo.

-Simo, escuchame. Entendela a la Tere, ya la engañaste una vez, te perdonó. No seas un forro y dejala tranquila.- José ni sé molestó en mirarlo. Estaba agotado de siempre escuchar lo mismo.

-Sin partuza no hay vida, amargo.- Remarcó la R de la última palabra. Se marchó molesto junto a un joven llamado Juan Lavalle, suspiró un tanto irritado el argentino.

❝Partuza significa orgía, no hacer cornuda a tu novia, pelotudito.❞ Pensó para sí mismo, chocó su hombro con alguien que no le entusiasma mucho encontrarse. -Juanma...-

-Hola, Tinchu.- Dijo con una amplia sonrisa, hijo de puta, era hermoso aquél kirchnerista colorado. -Te estaba buscando, forro.-

-Sí, bueno... En otro momento, ¿sí? Me tengo que ir.- Se excusó mirando al suelo. No era que no quería a Rosas, al contrario, le tenía mucho aprecio, pero ahora mismo no tenía ganas de hablar con nadie.

-Dejá, tengo todo el tiempo del mundo. Seguro que te vas con el chupa pija de Belgrano, pollerudo.- Linda bipolaridad la del enano, eh. En otro contexto le hubiera respondido pero en realidad solamente quería estar con su Manu.

El correntino se sentía mal, y no sabía porqué. Pero vos y yo sí... ¿Vos no? Cagate, averigualo al ritmo de Sanma. El pelinegro al ver al de cabellera castaña oscura apuró el paso, estaba solo, cosa no muy normal actualmente.
Manuel Joaquín del corazón de Jesús Belgrano estaba sentado en las escaleras, se hizo a un lado para dejar sentar al menor, éste se apoyó de la baranda inclinando su cuerpo al ojiazul, quedando en una pose bastante provocativa para poder besar al contrario.

-No aprendés más. Si me besas otra vez en la escuela y Dorrego o otro pelotudo más nos ve, te rompo la cara.-

-Tan lindo como siempre...- Se sentó en la fría escalera, juntando sus dos manos. -Manuel... Tenemos que hablar...-

-¿Ya me vas a cortar?, ¿Tan rápido te aburrí?- Dijo con indiferencia, el rostro del más pálido reflejaba una tristeza increíble, esto desde hace unos cuantos días. Sus ojeras bien marcadas no lo favorecían.

-No, nada que ver. Últimamente me estoy siendo bastante mal conmigo mismo.-

-¿Te estoy lastimando?- Preguntó acomodando su flequillo que lo estaba convirtiendo poco a poco en un emo clásico.

-No... O tal vez sí y no me doy cuenta. Siento que estoy haciendo todo mal. Yo... Me arrepentí que querer cambiarme de universidad.- Tomó las manos frías y con venas marcadas de su amado

-¿Qué?- Abrió sus ojos como plato, qué buena noticia. -No me jodas, eh.-

-No, Simo está muy diferente últimamente, Juanama está raro desde que Encarnación está enferma.-

-Bolívar nunca me cayó bien, para serte sincero, pero, ¿Quién es Encarnación?-

-Bueh, y vos también que te juntas con cada raro y nadie te dice nada. Encarnación es la novia de Juanma, Ezcurra... La hermana de la piba que hace años te tira onda.-

-¿... El infeliz de Rosas tiene novia?- Dijo obviando lo otro. -La re concha de tu madre, ¿por qué no me dijiste? Me hacés pasar celos al pedo, puta que te parió.- Se cruzó de brazos totalmente indignado, ¿cómo no le había contando de esto antes?

-Ah.... P-Perdón por eso, pensaba que ya lo sabías pero igual te ponías celoso...-

-Chupamela.-

-Sabes, los baños están vacíos.~-

Un bello sonrojo se dibujó en el rostro del mayor. -Te la voy a cortar, seguí jodiendo.-

-Cortamela con la boca, bueno, tal vez no te entre.~-

-¡Te voy a romper el orto a patadas!- Se acercó peligrosamente aún sentado.

-Y yo a pijazos.- Tomó su fina cintura y besó sus labios.

Se escuchó como alguien tocía a sus espaldas, se voltearon y vieron a su profesora de matemática, ambos estaban palidos.

-Los mimos afuera de la escuela, caballeros. Además saben que no pueden hacer esto en la escuela. No porque ambos sean hombres, no me malentendan, va para todo tipo de relaciones.- Dijo mientras bajaba las escaleras, los observó con una sonrisa. -Ah y San Martín, lo veo en diciembre, mañana va a ver los resultados de su examen, aprenda de su chongo que saca de ocho para arriba.- La señora de cabello largo y rubio se marchó.

-Puta madre...-

-Venís a dar matemática y yo a dar geografía, ahre.- Observó que el otro no se rió. -¿Estás mal porque la vieja esta te mandó hasta marzo de 2023 masomenos o...?-

-Por eso, y por pensar que si era el forro de historia o educación física, eramos boleta.- Sonó el timbre con el que finalizaba el último recreo, quedaban las dos últimas horas de... ¿inglés? Creen, yo qué sé.

   Una charla un tanto incómoda prosiguió, bueno, más que una charla, era un monólogo por parte de Manuel hablando sobre varias cosas de economía, aunque supiera poco del tema. A José la política lo agotaba, ¿hay algo más irritante para el correntino? Sí, la economía. Así que cuando el de ojos azules notó la molestia de su pareja cerró la boca hasta que terminaran las clases ese día. El mayor propuso al contrario ir hasta su casa, al principio se había negado rotundamente, pero si Belgrano le daba paz, ¿por qué no debería aprovechar esta situación?

-¡Belgrano!- Se escuchó el llamado de una chica. La pareja volteó. Era una muchada de ojos azules, casi celestes, castaña con ondas, piel blanca y mejillas rosadas. La mili pili se acercó sin dificultad al mayor. -¿Tenés un minuto?-

-Vamos con prisa...- Sabía quién era, la chica de los mensajes de la anterior noche.

-U-Un momento, por favor.-

-Mañana, lo prometo, eh... ¿Josefa?-

La muchacha sonrió. -¡Sí! Mañana hablamos.- Corrió a contarle el chisme a sus amigas.

    José no dijo nada, realmente ni siquiera sentía algo en ese momento, solo quería recostarse junto a su amado y dormir por un largo rato.

❝Soñé.❞  [San Martín x Belgrano.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora