˗ˏˋ 🌹 ˎˊ˗ II.

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   Ya estaba teniendo pensamientos inapropiados con su amigo. Manuel cerraba sus ojos e imaginaba a José sobre su delgado cuerpo, mientras recibía esos besos llenos de lujuria que le daba cuando estaban solos, claro, solo besos. Pero Belgrano quería más. Oh sí, él lo quería... Se sentía culpable por ello pero qué podría hacer, ya estaba atrapado en la telaraña de los encantos del de cabello azabache.

-Eu, bajá de los laureles, capo.- El menor chasqueó sus dedos frente a su amigo, intentando bajarlo de sus pensamientos. El de ojos claros suspiró con un leve sonrojo en sus mejillas y una sonrisa en su boca. -¿Qué te pasa?- Miró confundido a su amigo.

-Nada Miguel... Nada.- Tenía ganas de ir corriendo con José, decirlo que sí lo amaba, que quería irse a vivir con él al norte una vez graduados, tener mascotas, hijos posiblemente, casarse... Qué hermoso futuro.

-Tenés una cara de pelotudo que no te la robo, flaco. Igual estás mirando a Sanma, ¿qué pasó al final?-

No tenía ganas de responder, le había prometido no decir nada pero él era su amigo, su mejor amigo. -Quedamos en probar... Creo que también le gusto.-

-¡Ja! Te dije que te gustaba. Bueno, ojito que sé que muchas están tras tu hombre... O tal vez algún otro chabón, no sé.-

-Callate un toque... Ay Migue, estoy re feliz.- Tapó su rostro mientras sonreía. La sonrisa desapareció al ver que su José era llamado por Juan Manuel de Rosas. Rosas era un tipo con un gran carisma, tenía una habilidad envidiable para el habla. -Concha suya...-

   Se sabía en toda la escuela la bisexualidad del colorado, la diferencia era que con él nadie se metía. De verdad, nadie quiere Juan como enemigo. Manuel sabía que José le tenía cierta admiración al menor. No sabe porqué, ni en qué momento sucedió, pero ya estaba de brazos cruzados y mirando para abajo.
   El joven delegado del otro curso ya se había marchado al sonar el timbre que daba por finalizado el recreo.

-Upa, ¿estás bien?-

-Callate...- No se debería sentir celoso, él no tenía el derecho... Bueno, sí pero no. No sabía lo que era con exactitud con José, ¿amigos con derecho?, ¿pareja a escondidas?

-Capo, hace una semana te estoy viendo con cara de orto, te banco y todo pero posta hacé algo para dejar de estar de mal humor.-

-Perdón...- Arrugó la nariz y suspiró. Solo quería que el día finalizara.

(...)

-¡José!- Corrió a él abrazando por detrás. No había nadie más en la plaza así que podía hacerlo sin problema.

-Me hacés mal pelotudo, me asusté.- Mordió su labio con una pequeña sonrisa y se giró a ver al más bajo.

-Shh, Tincho, ¿podemos hablar?-

-Eh... Sí, sí... ¿qué pasa?-

Tomó una bocanada de aire e inició. -C-Creo... Creo que me gustas... No, no creo. Me gustas, d-de verdad me gustaría salir con vos...-

El contrario no respondió. Eso preocupaba al de tez clara, se estaba poniendo nervioso y antes de echar a correr el otro respondió.

-Manuel, yo... Yo mañana quedé con una chica de otro curso...-

-¿T-Te olvidas de lo que me dijiste el otro día?-

-No, pero--

-Pero nada, ¿para qué decís cosas que no vas a cumplir?- Se estaba por ir pero el mayor lo tomó del brazo.

-Escuchame un toque. Te quería avisar que quedé con ella, pero solo por educación, te lo digo solo para que luego no hagas una escenita... Acepto estar con vos pero con una condición.-

Sentía vergüenza. Estaba tan apenado que aceptaría esa condición sin importar qué sea. -Bueno, ¿cuál?-

-Quedemos como antes, que nadie lo sepa... ¿Sí?-

-¿T-Te da vergüenza salir con un chico, José?-

-Para nada, mi Manuel... Sabes que a mí nada me avergüenza ni da miedo, solo di que sí...-

-Sí, Sanma.- Sonrió con sus mejillas coloradas. Bueno, ya puede reclamarle cuando esté con Rosas o alguien que le caiga medianamente mal. El de ojos negros lo tomó de las mejillas y plantó un beso en su boca.

❝Soñé.❞  [San Martín x Belgrano.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora