Psicodelia psicodelictiva
y el rey está desnudo.
Gran malvenida,
un shippeo con las once fronteras.
Sobreviviente y caído de tanto barajar para dar de nuevo.
Espesas noches en la ciudad,
tan ascéticas como ambiciosas.
Ácidos dulces en el bolsillo, microcentro,
5 cigarrillos en un atado de 20,
un paquete de chicles sin abrir,
auriculares para cortarme los vasos sanguíneos cerebrales de las orejas hacia dentro,
Rivotril para no jugarle carreras al tiempo,
y un deseo sublingual
que me cose la espina dorsal
al vacío de la espalda.
Las nueces que rompieron con tanto ruido.
El ruido que rompió con tanto marasmo.
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Cosmic Drop
Non-FictionDiecinueve poemas escritos a lo largo de diecinueve sesiones de ácido.