Articuno y los Límites

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No sé nada sobre medias tintas.
No entiendo de grises.
¿Acromatopsia parcial selectiva?
No me gustan los colores. No los entiendo. No quiero entenderlos.
Distingo los pocos imprescindibles:
rojo, negro, amarillo, blanco. Cada uno en sus variables y distintas tonalidades.
No sé nada sobre grises.
No entiendo de medias tintas.
Hace 45 minutos pude haber elegido divertirme con una dosis más baja. Pero me comí toda una obra de arte y ahora escucho un concierto orquestado por grillos, una ciudad pidiendo ayuda a gritos, alarmas estridentes y siento frío dentro del cuerpo; un frío irreal de tan real, un frío que cala los huesos.
Estoy alcanzando el clímax del diseño.
Ahora quisiese que esa tan menospreciada rutina no se hubiese quebrado como una muñeca de porcelana contra el suelo para yacer inerte en mil pedazos.
Veo el miedo en los ojos de la gente, el desconcierto. El recelo.
Hoy en día la protagonista es la bulla,
esa bulla que armamos por pequeñeces, como si fuésemos niños.
Una tunda emocional para no sentir el frío. Un trago amargo y los huesos arderán vitales una vez más.
YO SIENTO FRÍO.
No quiero tu calor sintético.
Siento frío y hago bulla.
Una bulla constante.
A estas alturas creo tener talento.
Bulla por los míos, bulla porque no se nos permite hacer nada, bulla por el tratamiento hormonal interrumpido, bulla por mi madre, bulla por los que permanecen dormidos al calor de los dogmas y acatando fanatizados, bulla porque noto que cuestiono cada vez más intensamente mis espacios (un silencioso desarraigo, lento y doloroso), bulla por quién ya no me ama, bulla por quién todavía osa amarme, bulla porque este planeta sigue palpitando y palpitando cuando todos los días tantos corazones dejan de hacerlo.
No tiene sentido.
No tiene el menor de los sentidos porque muy por el contrario:
TIENE EL MAYOR DE TODOS LOS SENTIDOS.
Gritame en la cara la poesía del sinsentido,
escupímela,
recitámela a los gritos,
dame un cachetazo si pierdo la atención,
arrancame la ropa,
arrancame la piel
y de ser necesario obligame.
Que nada más quede expuesto,
ninguna otra cosa más
que la carne viva
y el fruto dulce,
tan dulce
del cerebro humano.
Decime de la manera más inclemente tus posturas morales y políticas.
Vomitame tus miserias.
Yo no sé nada sobre medias tintas.
No entiendo de grises.

Cosmic DropDonde viven las historias. Descúbrelo ahora