To Care for a Cat [Severitus]

Capítulo 11

Severus rápidamente notó quienes estaban presentes en la sede. Al no ver a Albus, se volvió hacia la red flu y llamó a la oficina del director en Hogwarts.

El viejo estaba sentado en su escritorio, chupando felizmente uno de esos malditos dulces muggle. Su mirada se movió hacia la red flu, sonriendo ampliamente una vez que vio a Severus allí.

"¡Severus!" él sonrió radiante. "¿Qué puedo hacer por ti?"

"Se requiere de inmediato en la sede, en privado ", informó. "Tengo noticias sobre Potter".

Los ojos de Dumbledore se agudizaron ante la mención de Potter. Se puso de pie y se acercó rápidamente a la red flu.

"¿Lo has encontrado?" preguntó desesperadamente. "¿Está bien? ¿Dónde está? ¿Dónde ha estado?"

Severus interrumpió el torrente de preguntas, "Necesito hablar contigo en privado antes de que anuncies algo a la orden".

Dumbledore atravesó la red flu, y con un gesto tranquilo a los demás, llevó a Severus a una habitación privada. Rápidamente protegió la habitación contra posibles espías. Miró a Severus expectante.

Tomando un aliento fortificante, sacó al abatido gato de su túnica y lo colocó en una silla cercana. Potter se acurrucó en sí mismo.

"Hola, Riju", saludó Dumbledore con cariño.

"Potter", corrigió Severus en breve. Dumbledore lo miró por un momento antes de que la comprensión iluminara sus ojos azules. Miró de reojo al gato negro.

"¿Harry?" preguntó esperanzado. Solo recibió un pequeño asentimiento en respuesta. Lo absurdo de la situación lo hizo reír a carcajadas. Severus frunció el ceño, sin ver humor en la situación. Potter casi había muerto varias veces desde que había venido a Severus, en realidad murió anoche durante lo que parecieron horas. Potter pareció estar de acuerdo mientras se acurrucaba en una bola apretada, ocultando su rostro.

Mientras su risa se apagaba, vio la expresión seria en la cara de Severus.

"Ves ahora, Severus. Debes ver la ironía de todo", razonó con una risita final.

"Esto no es cosa de risa, Albus", espetó.

Dumbledore levantó sus manos en señal de rendición. Su atención volvió a Potter.

"Ahora Harry, déjanos ponerte de nuevo en pie", hizo una pausa y les dirigió a Potter y Severus una mueca de disculpa, "Pido disculpas por mi involuntario comentario insensible ".

El gato simplemente asintió alegremente. Dumbledore sacó su varita y lanzó el hechizo de inversión animago. Los dos hombres observaron cómo la pequeña figura creció hasta que Riju fue reemplazado por un Potter harapiento y delgado. Tomando nota de su pierna perdida, Dumbledore transfiguró una muleta similar a la de Severus y se la entregó al niño.

Dumbledore lo saludó alegremente con ojos brillantes, "Es bueno verte, Harry".

Potter permaneció en silencio, asintiendo y enviando a Severus miradas inseguras. Severus también permaneció en silencio, evitando el contacto visual. Potter suspiró y miró a Dumbledore.