La melodia de un amor (1/2)

624 62 6
                                    

Enseguida fue a atender a su invitado, se miraba igual que siempre y eso le encantaba. Espero un saludo por parte del de capucha verde pero se encontraba concentrado en analizar el cambio tan repentino del cazador.

- Pensé que eras calvo. - Dijo en modo serio, Jack no pudo evitar soltar una risa.

- No, no, solo es parte de mi atuendo.

- Ah ¿enserio? Yo creía que la vejez te había alcanzado.

- Como ves, parece que soy más rápido ¿y que tal tu? Parece que has crecido bastante.

Prefirió guardarse los comentarios que tenía y simplemente pasar a la casa como si fuera de su propiedad. El olor le fascinó, el don de Jack no solo se reflejaba en la pintura, también en la cocina.

Fue guiado hasta una mesa adornada con algunas velas, el tono por donde iba esto debió alertar al Mercenario pero lo dejó pasar.
Jack sacó de la alacena una botella de licor, sirviéndole en dos copas de cristal.

— No me gusta el alcohol.

— Ah, no es necesario, puedo servirte agua si quieres.

Era demasiado servicial ¿siempre fue así?

— Olvidalo, estoy bien con ello...

El tiempo pasó de manera rápido, aquel pollo fue devorado a manos del Mercenario mientras que el pelinegro solo se conformaba con verlo de esa manera tan adorable. La copa estaba vacía, no era tan resistente al alcohol, caia enseguida en sus efectos. Tambaleó al levantarse de su asiento que tuve que verse obligado a sentarse.

— ¿Te encuentras bien?

— De maravilla. — Junto su pulgar con índice para indicarle que no se estaba muriendo por ello.

Aprovecharse de su estado para hablar de sus sentimientos podría ser mal visto pero ¿cuándo lo haría si no hoy? Aparte, el alcohol te vuelve más "sincero"

— Me gustaría hablar sobre algo importante. — Su sonrisa se desvaneció, le daba cierto miedo el como lo tomaria.

— Claro ¿sobre qué?

Se cuestionaba si sería capaz de hacerlo, el era tan preciado, odiaba la idea de perderlo por segunda vez. El repentino cambio de sus sentimientos podría asustarlo, ese amor inocente que alguna vez tuvo, no podría sobrellevarlo. Anhelaba despertar cada día a su lado, ser lo primero que su dulce mirar vea. El lo complementaba.

— Le he dado vueltas a este asunto por largas horas y sea cual sea tu respuesta, quiero seguir a tu lado. Eres la única persona a la que he logrado amar.

El tema tenía tenso a Naib, sentía que con cualquier suspiro arruinaría el momento.

— Yo...yo estoy enamorado de ti, quiero poder abrazarte, compartir tu felicidad. Lo digo con toda la seguridad de mis palabras.

Era tan irreal esa situación ya que jamás espero que una persona tan cercana lo amara de esa forma. Sintió como se saltaba un latido.

— No es necesario que digas algo, solo necesitaba decírtelo. — Esa triste expresión sonrio levemente. Aún que pudiera ser rechazado, mantenerlo cerca lo confortaba.

Se mantuvo en silencio, Naib se sentía presionado a decirle algo, el tuvo el atrevimiento de abrirse y confesarle su amor.

— Nunca he sido bueno con esto, no se de que manera responder. Necesito pensarlo...

— Tranquilo, puedes tomarte tu tiempo.

— Es que todo esto es muy repentino, ni siquiera puedo asimilar que has vuelto. — Tenia miedo de volver a lo mismo, solo ilusiones y palabras sin valor.

Con cariño, Para ti. ⚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora