capitulo III

308 36 6
                                    


-me niego- dije con rudeza al hombre que decía ser mi padre.

- ¡no seas ridículo! Es tu deber como heredero al trono- contesto el hombre.

Apreté mis puños para después salir de la oficina de Daigo no sin antes dar un portazo, maldije para mis adentros al ver a mi hermano afuera esperándome, solté un gruñido y lo ignoré, el soltó una carcajada divertida para después seguirme mientras me contaba acerca de su supuesto intento fracasado de coqueteo con su mano derecha, Mutsu, sabía que era mentira y lo inventaba para calmar mi mal humor.

-ustedes vienen conmigo- dije divertido viendo como la sonrisa de mi hermano paso a ser una cara llena de sorpresa.

-pero padre dijo que...- lo interrumpí poniendo mi mano en su boca.

-es orden de tu hermano mayor- dije poniendo mis manos sobre sus hombres y solté una carcajada- partimos en veinte minutos- dije mientras le daba la espalda y me despedía.

Camine por los pasillos de la mansión hasta llegar a una puerta de cristal que daba a un bello jardín donde mi madre estaba sentada en una de las mesas donde solía tomar el té, frente a ella estaba una omega de largo cabello castaño, no necesitaba acercarme para saber quién era ella, solo me quede viendo como ambas conversaban dulcemente, la dulce sonrisa de mi madre se borró por segundos cuando me vio, y después volvió a reaparecer un poco más forzada, Sali de mi ensoñación cuando mi hermano tomo mi hombro y me hizo irme de ahí.

-todo listo para partir comandante Hyakkimaru- bromeo Tahomaru, asentí y lo acompañé hasta una de las salidas que daba al helipuerto de la mansión

Cuando salimos vi el gran helicóptero negro aparcado, el piloto era Hyogo la mano izquierda de mi hermano, y sentada a un lado del beta estaba Mutsu, la mano derecha y amante de mi hermano, subimos al helicóptero y para finalmente irnos, fue un aproximado de cinco horas, tiempo que invertí en revisar un poco el horrible papeleo que tenía junto a mi hermano, agradecía que Tahomaru estuvo callado gran parte el viaje pues mi humor no era el mejor para soportar sus bromas.

-jóvenes amos abróchense el cinturón comenzaremos a descender- comento Hyogo, por lo que guarde rápidamente el papeleo y me coloque dicha cinta, daba gracias a que el chico fuera realmente eficiente y no como mi mano izquierda, Saburota el sobrino de mi tío Nue.

La nave toco suelo y bajamos de la nave para ser recibidos por unos cuantos oficiales que nos escoltaron en auto hacia el campamento, aunque me sabia el camino de memoria preferí ser llevado, quiera verla de nuevo.

fueron solo cinco minutos de trayecto, pero finalmente estábamos ahí, el campo de entrenamiento consistía en unas cuantas cabañas de madera, había un gran campo donde un escuadrón trotando en ella, más alejados otro escuadrón haciendo calentamientos, en los árboles había alguna especie de plataformas donde se entrenaba a los francotiradores, pero mi atención se centró en el pequeño escuadrón de reclutas que estaban formados en una fila.

-soldados! ¡Atención! - una femenina voz hizo que los reclutas dieran la vuelta viendo a una bella mujer- mi nombre es Bandai y superviso esta división- era una alfa muy bonita, tenía ojos rasgados, cabello largo y negro, piel muy pálida pero lo llamativo de ella era el "bastón" que usaba, si es que se podía llamar así ya que usaba una katana para caminar adecuadamente- tu! Paso enfrente- señalo a una alfa rubia.

La chica hizo lo indicado, por mi parte rodé los ojos sabiendo lo que ocurriría y es que Bandai le arranco el medallón del cuello a la alfa y lo lanzo al suelo- todos...abran su equipaje y saquen cosas innecesarias- ordeno con voz tranquila mientras todos comenzaron a vaciar rápidamente sus maletas.

camelia de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora