— ¡Hey Freddy! — Chica chasquea sus dedos frene de mi cara, sacándome de un diminuto trance que me había causado la impresión de ver a Golden. Me había quedado absorto en el rostro indesifrable con la mirada idea que Golden poseía.
— Chica, era él...
— ¿Eh? ¿Era quien?
— El chico de esa mesa, era Golden — Chica se volteó rápidamente, pero como ya no había nadie se vio confusa.
— Pero si no hay nadie...
— El se fue hace un momento
Todo había sido tan rápido que no logré acabar de tener que pasó, digo ¿Desde cuándo Golden estaba ahí? ¿Por qué salió tan aprisa? ¿Que pensó? ¿Que le pasó? ¿Que vió? ¿El aunque sea me vio? Y si realmente sabía que era yo ¿Por qué no trato de acercarse?
Mire a Chica, por un momento dibuje el probable escenario donde Golden malinterpreto este momento, pues estaba presto para ello, digo: un chico y una chica en un local donde precisamente las parejas comen gratis, riendo y charlando en un ambiente cómodo y sin prestar al resto del mundo.
Veo por donde lo vea, eso es como la descripción visual telenovelesca ideal de una cita.
Trague en secó, me sentí algo mareado y revuelto.
— ¡Freddy!
[Información extra: Towntrap apareció al principio del libro, se había salido de control por culpa un cliente que fastidiaba a otro mas pequeño y débil, tuvo una discusión con el cliente al pedirle que se retirará y acabaron a los golpes por culpa del instinto.]
Cuando quise darme cuenta, estaba en mi casa, acostado en mi cama, con mi cuerpo entumecimiento y los ojos irritados. Los punzantes dolores de cabeza me estaban matando y no podía con la resequedad de mi garganta y mis labios.
Mi mamá había entrado, dijo algunas cosas que no entendí, dejo algo sobre la mesa, supuse que sería algo como agua o té o alguna bebida. De inmediato se alejó, cerrando la puerta de mi habitación tras de sí.
¿Cuánto rato tarde en ponerme recto? Siquiera pararme, sino sentarme erguido para más o menos visualizar mi alrededor. Todo estaba igual, las cortinas de mi ventana estaban cerradas por lo que la habitación estaba más oscura de lo normal, el aroma a canela y miel lleno mis cosas nasales. Intentando evitar el mareo, gire mi cuello despacio mirando mi mesa de noche: leche con canela espolvoreada y bollos con azúcar glas y miel rociada. También dos pequeñas píldoras con las que estaba familiarizado a la perfección.
Ah, era eso... Un poco pronto, creo yo.
Me rugía el estómago, por lo que ignore los dolores de mi cuerpo y devore aquellos bollos.
Me sentía familiarizado con esta escena; justo como el primer día de vacaciones. Adolorido, entumecido, apenas recordando que pasó la noche anterior como si la noche anterior hubiera Sido asesinado y revivido; todo exactamente igual.
No me siento preocupado o enojado o entristecido, más bien, estoy solo hambriento. Acabe con los bollos, engulló las pastillas y las paso con la bebida tibia.
Acabe por levantarme arrastrando los pies, me sentí bastante desconcertado por el mareo que me causo el rápido moviendo ¿Aún no estoy en mis sentidos? Esto era abrumador.
¿Acaso Mori una semana entera o que? Suspiré, inhale, exhale. Una y otra vez.
No sé la hora, el día, el mes, a duras penas logro identificar el lugar y solo porque estoy estrechamente relacionado con él. Es probable que mi cabeza estalle.
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- Biblioteca - [Golden×Freddy] [FINALIZADA]
FanfictionFreddy era muy diferente. El tenía un extraño fetiche por la ropa femenina, siempre vestía faldas y vestidos, aparte de que su aroma poco común solo servía para alborotar hormonas. Un día fue a una biblioteca, con las intenciones de hacer algo produ...