- Pendejo Foxy -

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— Se supone que estamos estudiando — hablé a un segundo de romper mi lápiz, tengo una paciencia casi infinita. Resaltó el casi, considerando que Foxy me la está colmando, al bailar sin camisa sobre una mesa

— ¡Deje los cuadernos y apuntes! ¡No sé ni rábano de que debo hacer! — exclamó moviendo las caderas con ambas manos en la nuca y tirando la camisa

— ¡Mío perras! — como fiera salvaje, Giulliana se lanzó sobre la camisa para llevarla a su nariz y aspirar el aroma que desprendía —. ¡Joder! ¡Que rico! — gimió en puro placer como si viviera un orgasmo, no lo dudo por la satisfacción con la que lo dijo. Se fue con la camisa en la boca corriendo en cuatro patas en dirección a una esquina mientras gruñía. Creo que no la veré en un rato, me asusto un poco la mirada tan fuera de sí que tenía cuando se fue, pero no planeo hacer comentarios

Tomé la silla soltando un suspiro y dedicándome a ponerme de pie, al diablo con la paciencia, ni el hacedor todo poderoso se aguanta a Foxy. Con silla en mano me acerque a él, ¡Uy! Que privilegio el tener en primer plano las enormes nalgas de Foxy  cerca de mi cara, sujetando en respaldo de la silla con fuerza, la lance contra Foxy, golpeándolo directamente entre la espalda y nalgas, ojalá no las haya aplastado, sería delito. Por culpa del nada delicado golpe que le proporcione, se cae de cara contra el suelo. ¡Ufff! ¡Me dolió a mí y no fui yo quien recibo el golpe! Bueno, tal vez le acomode la nariz, la tenía algo fea

— ¡Cabronazo! — se levantó enojadisimo, me crucé de brazos reprochandole con la mirada ¿Planeaba mantenerme en pijamas en la biblioteca toda la bendita tarde? ¿Es que acaso quiere un pantuflazo? —. ¡Ya entendí! ¡Ya entendí! Voy a por mis cuadernos, tu esperame y no hagas mucho el ridículo —

— ¿Como puedo ser más ridículo que tienen éstos momentos? — murmuré viéndolo alejarse en un trote constante, a su alrededor varios lo miraban y casi hipnotizados me perseguían levemente hasta que las conciencias les daba para detenerse. Solté un suspiro y me di la vuelta, Abby estaba tras de mí con su teléfono en mano

— ¡Freddy! ¡Eres toda una celebridad! Solo bastaron unas fotos de ti en mi blog para ganar cien seguidores en un golpe ¡Te amo! ¡Eres genial! ¡Besitos! — se alejó de mí, con leves saltitos. Oh chanfle, la dignidad que me quedaba

— ¿Freddy?

Ay Dios mío santísimo celestial, creador del cielo y la tierra, hacedor de vida y altísimo gobernante del ser humano y viviente, dime por amor al cielo que no es la voz de Joy que está tras de mí preguntando mi nombre, con confusión, casi como si fuera una rareza el verme. Me gire lentamente, ¡Joy, ¿Por qué tú?! ¡¿Por qué con el?! ¡¿Es por pegarle un chicle a Chía en el cabello cuando estábamos en bachillerato y hecharse la culpa a Foxy?! ¡¿Es por comerme las gomitas de Bonnie?! ¡¿O acaso es por ser un bocazas y que por mi culpa Maggie supiera de Springtrap y Deuz?!

— Je, je... Hola — tragadme tierra, que Golden no puede mirarme más extrañado. Mejor me mudo con el abuelito, ya me va a rechazar, ya entendí porque no soy ella, bueno al cabo que no quería un novio, moriré solito, ¿Aún puedo llamarle a la chica que me dió su número hace dos años atrás? Mejor me mató

Creo que lo que verdaderamente me saco de lugar, fue cuando soltaron esa exclamación llena de ternura. Joy junto sus manos mirándome con dulzura desbordante y la sonrisa más dulce que podría recibir. Golden solo ladeó la cabeza soltando la leve exclamación con su mirada conmovida. Joy se lanzó a abrazarse

— ¡Que suave y esponjoso! ¡Tan tierno! ¡Tan bonito! ¡Que adorable tu traje! ¡Hueles a peperoni pero aún así está precioso! — ¿Porqué será que siempre que hay pizza me la como usando esta cosa?

— ¿Esta de moda las pijamas de una pieza? — hablo Golden acercándose con una sonrisa, mis mejillas se calientan y obviamente me puse tan rojo como un tomate, creo que le hago competencia al cabello de Foxy

- Biblioteca - [Golden×Freddy] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora