- Biblioteca - [Golden×Freddy] [FINALIZADA]

- El maldito diccionario -

Los ojos de Toddy me miraban inquisitivos, se allá en frente de mi con los brazos y piernas cruzados, sentada en su cómoda cama. Me encuentro en frente de ella mordisquiando el interior de mi mejilla, sintiendo la blandeza de la piel ser presionada levemente por el filo de mis dientes. Llevamos aproximadamente diez minutos mirándonos fijamente y estoy seguro que Toddy se empezaba a impacientar, esa no era su mejor virtud para especular lo contrario. Trague saliva sintiendo mi garganta seca. Los ojos azules de Toddy se entrecerraron suavemente.

- ¿Planeas contarme? - por fin rompió el hielo tan denso, los dedos de su mano izquierda tamborilean sobre su brazo derecho con suavidad. Yo desvió la mirada carcajeandome nervioso

- ¿Por dónde debería empezar? - pregunte rascándome la nuca, ella volvió a entrecerrar los ojos.

- ¿Qué tal por donde sacaste este diccionario? - sujeto el dichoso libro entre sus manos mostrandomelo con una sonrisa zorruna

- Estaba en la biblioteca - conteste, eso es cierto ¿No? Estaba en una de las mesas de la biblioteca

- Ok, eso está bien. Pero no pertenece a la biblioteca, Freddy ¿Sino, dónde está el sello? - dijo hojeando el pequeño libro. Dude bastante, como le debía decir o explicar el origen de ese diccionario y la razón de porque lo traje a casa. Se burlaría por años de mi -. ¿Y bien? - me sobresalte para devolver mi vista a ella, que solo se reía con burla, ladeó la cabeza desentendido a sus repentina gracias -, te has puesto rojo - creo que leyó mis pensamientos, me señalaba con burla mientras yo me sobresaltaba. Mi mano derecha se encaminó instintivamente a mi mejilla tocandola y verificando que estaba caliente. Mis nervios estaban desbordando, murmuré varias veces incoherencias para calmarme -. Oye, tranquilo viejo. No es un interrogatorio criminal solo necesito saber de dónde sacaste este diccionario y ya - la mire algo impresionado, ella me observaba con inquietud y una ceja curveda. Era cierto, no he hecho nada malo y ella no me está poniendo una pistola en el cuello para responder, es solo cuestión de decirle lo que quiere oír. Fue como si un enorme peso saliera de mis hombros y me cuerpo se relajara

- Yo lo encontré en una mesa, en la que estaba estudiando habían una personas y supongo que lo dejaron. Quería llevarlo a objetos perdidos pero... - aquí viene lo difícil, explicarle que al final cambie de parecer porque quería ver a ese rubio, quería entregarle en sus manos el diccionario y quería personalmente preguntarle si es suyo

- ¿Pero...? - Toddy me incitó a continuar hablando con un suave movimiento de mano y alargando ligeramente las vocales de la palabra

- Yo... Pensé que sería mejor traerlo para devolverlo personalmente... -

Me miró tranquila, sus manos sujetan mis mejillas con suavidad y una enorme sonrisa se formó en su rostro - Es justo lo que quería oír - me sentí aliviado, fue como si ya no tuviera deudas pendientes, me alegro de haberle dicho, saltando detalles pero le comenté -, siento que no me has dicho todo, pero has respondido lo que me importaba -

- L-lo siento -

- Para nada Freddy, es más. Vallamos mañana a devolverlo ¿Está bien? -

- Claro que pensaba.... Espera, ¿Acaso dijiste...? -

- La casa es muy calurosa, y Loon me comentó que la biblioteca tiene un aire industrial que enfría todo. El asistió un día para estudiar para recuperar lengua - me miró con cierta complicidad -, me parece una buena oportunidad de relajarme un rato -

- Toddy, la biblioteca no es un spa -

- ¡Eso ya lo sé cabeza de alcornoque! Me refiero a leer un buen libro, en un agradable clima sin tener que olfatear el olor de Fred mezclado con el de cualquier facilita que se le cruza por en frente - murmura lo último, pero fui perfectamente capaz de oírla. Sonríe de lado sintiendo gracia por la situación