|°Capítulo 11°|

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Días pasaron, cosas cambiaron.

Desde aquella noche, Jungkook solía sonreír más. El castaño había empezado a ser más risueño y tímido, por alguna razón se sentía vulnerable cada vez que Jimin le miraba, se sentía encantado y sumiso ante él. Jimin también había cambiado, no podía dejar de mirar a Jungkook, de mirar sus labios y sus lindos ojos que clamaban por que él se le acercara, le hablara y lo besara de nuevo.

Y no, esa noche no fue la última vez que lo hicieron, que se besaron.

Porque justo en ese momento, Jimin y Jungkook se encontraban detrás de un edificio de la universidad, con Jungkook acorralado por los brazos de Jimin, y el pelinegro rozando sus labios contra los de Jungkook, esperando entre segundos para poder volver a besarse, dulce y lentamente.

Jimin no sabía que le ocurría, no sabía cómo llegaba a esa situación y cómo es que parecía empezar a ser costumbre buscar con sus ojos a Jungkook para hablar con simples miradas y decirse uno al otro a través de ellas: "Necesito besarte de nuevo."

Tanto que creía que se volvería adicto a Jungkook con el pasar del tiempo.

Estaba mal, estás haciendo todo mal. Se repetía Jimin cada vez que podía, cada vez que se encontraba con Jungkook a escondidas antes de besarlo o formular alguna palabra. Pero era como si todo desapareciera luego de juntar sus labios con los del castaño, luego de sentir la cercanía de sus cuerpos y el delicioso olor a su suave y dulce colonia.

Era como si Jungkook le hiciera perderse en su inconsciencia y descaro.

Las manos de Jimin dejaron de apoyarse en la pared, para poder tomar la delgada cintura de Jungkook y apegarse más a él. Sus labios se separaron y se tantearon por segundos, mirándose a los ojos sin saber que palabra articular, sin saber cómo reaccionar a lo que estaban haciendo, a esos encuentros prohibidos entre sus cuerpos y sus almas.

Solo se miraban, y rompían la conexión cuando Jimin acariciaba los cabellos de Jungkook y el castaño ocultaba su rostro en la curvatura del cuello de Jimin.

¿Qué estamos haciendo?

Ésto está mal.

—Deberíamos comprar nuestros trajes para el baile, es en menos de una semana ya. —dijo Jimin rompiendo el silencio y tomando la oportunidad para alejar a Jungkook.

—Ayer Yoongi me invitó a ser su compañero para el baile. —Jimin maldijo mentalmente, lo había olvidado, Yoongi iba a confesarse—Le dije que ya tengo pareja...

—Le dijiste que era yo, ¿Verdad? —Jungkook frunció sus labios en una línea recta y negó con la cabeza.

—Supuse que tú querrías decirle, Jimin. —el mencionado asintió y se posó a un lado de Jungkook para apoyarse a la pared y sentarse en el suelo. Jungkook suspiró y se sentó a su lado—¿Ocurre algo con Yoongi, Jimin? Siempre que estás conmigo mencionas a Yoongi, como si tuviera algo que ver entre nosotros.

—Nosotros, somos amigos Jungkook y nos besamos. —el castaño le miró desconcertado. ¿A qué se debía aquello?—Yoongi es tu amigo.

—Así es. —afirmó—¿Qué tiene que ver Yoongi en todo esto Jimin?

—Yo los vi, los vi besarse una vez en los baños de la universidad, fue por accidente, los vi y...

—¿Estás insinuando que beso a todos mis amigos, Jimin? ¿Es eso? —Jungkook preguntó con burla, no podía creerlo. Mas Jimin no dijo nada.

—Si Yoongi te pidiera una oportunidad, para ser algo más, para ser novios. ¿Aceptarías? —preguntó en voz baja. Jungkook le miró y sonrió disgustado.

—Yoongi es un chico muy divertido, tierno y atractivo. Es muy valiente y tiene el valor suficiente para enfrentar a mi padre; Yoongi me gusta, pero no tanto como para tener una relación donde me implique estar con él de forma intima.

—Le dirías que sí.

—Le diría que no. —corrigió al instante—Si las cosas no hubieran pasado, si tú no estuvieras aquí a mi lado luego de lo que pasó, si en otra situación, tu nunca hubieras aceptado salir conmigo después de mi cumpleaños, si Yoongi no me hubiera dicho que tú fuiste el que había preparado la fiesta, él que había sido parte de la planificación de mi día de cumpleaños, si no te hubiera hablado, si no te hubiera visto triste aquella vez, si no hubieras tirado tu refresco aquella vez sobre mí. Puede que haya respondido que sí. Pero las cosas no fueron así, Jimin.

El pelinegro miró a Jungkook, pero éste no le devolvió la mirada, solo jugaba con sus dedos y su expresiones se había tornado dolida por alguna razón.

Un celular empezó a sonar con fuerza, sobre saltando a los dos jóvenes sentados en la arena. Jungkook miró su celular y notó que era su padre.

—Creo que tienes que irte. —murmuró Jimin apartando la mirada.

Jungkook sonrió forzosamente— Nos vemos mañana. Mi traje será negro y usaré corbata color rojo vino, puedes buscar un conjunto que combine. —se levantó y sacudió su ropa—Y por cierto, yo no lo besé a él, él me besó a mí y correspondí. Solo fue cosa de una ocasión, le dije a Yoongi que no me sentía bien y salí del baño lo más rápido que pude, Jimin. Eres al único que he besado desde que he llegado aquí, porque yo quiero, porque me gustas. —formuló lo último con voz baja y se fue del lugar, dejando a Jimin allí solo y confundido.

Jimin llevó sus manos a su rostro y gruñó con frustración.

—¿Por qué todo tenía que ser así? —dijo para sí mismo enredando sus dedos en su cabello.

Su corazón latía con fuerza, sus dedos temblaban y sus labios ardían. Lo había escuchado, sabía que Jungkook también gustaba de él, sabía que todo se estaba saliendo de sus manos, sabía que estaba traicionando a su hermano; pero sobre todo sabía, que estaba enamorado de Jungkook.

—Maldición. —murmuró tomando su celular y marcando al número de Yoongi.

Tenía que arreglar todo, Jimin creía que tenía que hacer lo correcto.

Jimin creía que no podía estar con Jungkook, de ninguna manera, no mientras él sabía que su hermano, que la persona que le dio el sentido de vivir, que le dio la vida que nunca tuvo, estaba enamorado de la misma persona.

Sí, lamentablemente a veces las personas cometemos errores y tratamos de arreglarlos, pero entonces cometemos el mismo error de nuevo, caemos en lo mismo.

Jimin volvería a caer en lo mismo. Ya no tenía salida.

Prohibido (Jikook) [Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora