|°Capítulo 34°|

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-¡Realmente será una muy buena fiesta! Ya sabes, lo de siempre, un buen viernes por la noche con mucho alcohol. -Jungkook rodó los ojos y miró a Yoongi con una leve sonrisa.

-No vas a beber ni una gota de alcohol, tienes que dejarlo Yoongi, eres joven pero tienes que cuidarte, ¿Bien? -el mencionado asintió y lo abrazó, aspirando el aroma del cuello de Jungkook y dejándose mimar por él-Mejor podemos tomar una piña colada sin alcohol.

Yoongi soltó una carcajada.

-Eso es para niños de primaria en una fiesta de adultos, Kookie bebé. Prefiero beber agua en ese caso, o un juguito de durazno.

-Entonces un juguito de durazno será. -respondió burlón. Yoongi asintió y cerró sus ojos. Jungkook lo siguió y pasó sus brazos por sus hombros, descansando a su lado en completo silencio.

Ya habían pasado dos días desde la noche en que Jimin había terminado las cosas entre los dos, Jungkook realmente trataba de convencerse que no la estaba pasando mal sin él, se hacía pensar a sí mismo que Yoongi era lo correcto, que él era lo mejor que pudo haber escogido entre los dos. Desde esa noche no dejaba de negarle a Yoongi las invitaciones a su casa, prefería que fuera a su casa y se quedaran a dormir juntos. Lo que menos deseaba era ver a Jimin, posiblemente con Hwasa besándose en la sala de estar o en su habitación escuchado sus risas en unísono.

No podía dejar de pensar en Jimi, en qué haría justo en ese momento, si estaría viendo televisión, solo o con ella, si estaba con los chicos, si estaba fumando como lo solía hacer cuando aquella dolorosa expresión de tristeza se clocaba en su rostro, o si estaba en la biblioteca, ayudando a las persona a encontrar un libro mientras tomaba una caja de jugo de manzana.

Jungkook sonrió tristemente.

O tal vez, solo tal vez, podría estar pensando en él, quizá.

Aunque a veces se hacía la idea que en realidad Jimin no lo quería lo suficiente, que no estaba tan enamorado como él. Simplemente no había habido reniegue, no había intentado arreglar las cosas, no había intentado buscar una solución o estar en contra suyo cuando decía que no dejaría a Yoongi.

Mierda, sí que lo haría, sí si Jimin se lo pedía.

Pero nunca lo hizo.

Jungkook sabía que era tonto, esperar a que Jimin le pidiera aquello tan erróneo, era como querer comprar flores en una carnicería, o querer matar a una mosca con tu propia mano. Completamente imposible -o casi realmente-. Pero realmente Jungkook quería que Jimin se diera cuenta, que diera todo por estar a su lado, que le demostrara que tan importante era él en su vida.

Pero al parecer no lo era y Jungkook había vivido con muchas ilusiones.

-Vayamos a mi casa, no traje ropa y no podremos ir a la fiesta así, tengo que bañarme y hacer cambio.

-No quiero ir, me siento cansado. -Yoongi se sentó en la cama y miró a Jungkook rodando los ojos-¿Qué?

-Llevas dos días de esa manera, tan "cansado" no quieres salir de aquí, tengo que venir y yo ser el que te mande mensajes, Jungkook. ¿Pasa algo? Si es así entonces dime, soy tu novio y tienes que mantenerme informado de tus inconformidades hacia mí.

Jungkook sonrió. Realmente no merecía Yoongi algo como esto.

-Y sí iremos a la fiesta, no estaré de tu lado hasta que me digas qué ocurre, Jungkook. -suspiró-Estas igual que Jimin, él lleva desde la semana pasada de mal humor, lo invité a fiestas y tampoco quiso ir, dijo que tenía cosas mejores qué hacer que ir a ver muchos borrachos ligando con chicas ninfómanas. Él realmente está de mal humor. -Jungkook no dijo nada-Como sea, iremos a mi casa, me bañaré y alistaré para la fiesta, y tú harás lo mismo en éste momento. Sin peros, nos vamos a divertir hoy. Será una noche inolvidable, Kookie.

Prohibido (Jikook) [Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora