|°Capítulo 32°|

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Jungkook se encontraba sentado en el sofá del salón de su casa, mirando su celular entre rato, observando el contacto de Jimin y esperando su llamada.

Esa noche Jimin le había prometido ir a dormir con él, pasar la noche a su lado y disfrutar de una linda velada, pero al parecer Jimin se había olvidado por completo, o eso quería creer ya que era media noche y ni siquiera se había dignado a mandarle un mensaje explicándose.

Miró hacía su comedor y vio la mesa, con la comida servida, con una vela aromática olor a vainilla la cual Jimin tanto amaba cada vez que entraba a su habitación, junto con una charola llena de los pastelitos favoritos del mismo.

Jungkook se sintió un tonto, ¿Y si lo había dejado plantado?

Se levantó de su asiento y al llegar a la vela, sopló la llama para apagarla. Recogió los platos con la cena y lo volvió colocar en la charola donde lo había cocinado, metiéndola al refrigerador y dejándola completamente guardada. Con desanimo miró los postres y tomó una caja donde los metió y dejó reposando.

Subió las escaleras y al llegar a su habitación se colocó una sudadera roja y unos pantalones de mezclilla cualquiera. Tomó su celular y llamó a Yoongi con una leve sonrisa.

—Hola... —dijo cuándo su novio contestó la llamada.

—Bebé, ¿Pasa algo? —Jungkook sonrió sintiendo una caída sensación en su pecho—Justo iba a mandarte un mensaje, quería invitarte a casa, puedes quedarte a dormir también, realmente no tengo ganas de salir hoy con los chicos.

—Claro, te llamaba para saber si estabas en casa, iba a visitarte, cocine unos cuantos pastelillos y quería llevártelos. —Jungkook miró la caja, triste.

—Bien, ¿Paso a buscarte?

—No, no, realmente quiero caminar un poco, no está tan lejos.

—Es tarde, déjame irte a buscar, ¿Por mi orgullo como un buen novio, sí? —Jungkook rió y aceptó. Al colgar, Jungkook salió de su casa con la caja y se sentó en las escaleras de la entrada.

Jimin realmente le había dejado allí, con toda la preparación y emoción, no le había importado siquiera mandarle un mensaje de: "Tuve un inconveniente y no pude ir" o un simple lo siento. Jungkook más que enojado estaba desconcertado.

Jimin no era así.

Pasados diez minutos, Yoongi llegó con su motocicleta, emocionado al ver la caja con pastelillos.

—Vamos, te diría que tenemos la casa sola pero mi madre está allí, luego de un largo viaje de trabajo regresó, y estaba cocinando, se pondrá muy feliz al verte. —Jungkook asintió y abrazó a Yoongi, ocultó su rostro en su pecho y evitó verse afectado—¿Estás bien? —Jungkook asintió y sonrió con tristeza al sentir los dedos de Yoongi acariciar su cuello y cabellos.

—Solo quiero abrazarte. —Yoongi
sonrió y le devolvió el abrazo, depositó un beso en su frente y le subió a la motocicleta.

—Cuando lleguemos a mi casa le diré a mi madre que nos lleve la comida a la habitación, nos encerraremos y nos recostaremos toda la noche mientras comemos, solo nosotros dos, relajados. ¿Qué te parece?

—Perfecto. Es lo que necesito en éste momento. —Yoongi asintió y tomó camino hacia su hogar.

Al llegar a casa de Yoongi, Jungkook tomó la caja con fuerza y abrió la puerta de la casa, sintiéndose agradable cuando la señora Min al ver a Jungkook, corrió a abrazarle y saludarle con toda la felicidad del mundo.

—¡Jungkook cariño mira cómo estás! —exclamó tomando sus mejillas—Tan lindo como siempre.

—Déjalo mamá, lo asustas. Trajo postres. —dijo Yoongi riendo y tomando Jungkook de la cintura—Estaremos en mi habitación, ¿Podría subirnos la comida cuando la termines?

Prohibido (Jikook) [Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora