Prohibido (Jikook) [Adap.]

|°Capítulo 9°|

Recostado en el pasto, Jimin sacó su celular al sentirlo vibrar, al mirar la pantalla suspiró con pesadez y tiró el aparato al lado suyo, tratando de ignorar lo que acababa de leer.

Era cuatro de diciembre, todas sabían lo que eso significaba. Era el cumpleaños de Jungkook.

Desde aquella mañana, Yoongi no le había dejado de mandar mensajes, preguntándole si ya había comprado todo para la fiesta que haría en su casa, y también si ya había hablado con sus padres sobre la fiesta ya que al parecer ellos a veces hasta se desaparecían por días y llegaban cuando querían, por lo que lo que menos quería es que se les ocurriera llegar justo en el cumpleaños de Jungkook.

Jimin se la había pasado organizando la fiesta, mientras que Yoongi se la había pasado desde la mañana con Jungkook.

—Por favor Jiminie, necesito tu ayuda. Solo tienes que preparar la fiesta mientras yo estoy llevando a almorzar a Jungkook y al cine. Te daré todo lo que quieras, te deberé la vida si es posible pero, necesito esto, por mí y por Jungkookie.

Y claramente Jimin no se había
negado.

Y ahí se encontraba, con ayuda de Yugyeom y Namjoon cargando neveras llenas de cerveza y distintos licores para la barra, mientras que Jimin inflaba los globos y los colocaba por el lugar.

Todo por Yoongi. Pensaba con una expresión cansada.

—¿No crees que Yoongi hace demasiado por ese extranjero? —preguntó Namjoon—Algo me dice que le gusta Jeon, ¿No lo creen? —Yugyeom soltó una carcajada y dejó la nevera sobre la barra de madera.

—Algo te dice que le gusta, y ese soy yo. Yoongi está enamorándose de Jeon, Nam. —respondió el más alto apoyándose a la pared.

—Pero a penas y ha superado a Mark después de tanto tiempo, y ahora Jungkook... no lo sé chicos. Jimin, ¿Qué piensas? —el mencionado salió de sus pensamientos y bajó la mirada.

—Supongo que tiene que darse una oportunidad, Yoongi tiene derecho a ser feliz después de que Mark le dañara tanto Jungkook es una buena persona. —Yugyeom hizo una mueca y miró a Jimin bien sabía que algo no estaba bien, lo sabía más que bien.

Yugyeom era una persona muy observadora, demasiado para ser verdad. Podía leer la mirada de una persona, las palabras que transmitían con la intensidad de ésta, podía saber que algo pasaba depende como la persona trataba de encajar en el ambiente o cómo funcionaban sus rasgos fáciles al momento de hacer alguna expresión forzada. Y sabía que Jimin tenía cada uno de esos síntomas esas últimas semanas.

Todo había empezado desde el día en que Jungkook fue por primera vez a una reunión con todos para tratar de incluirse, Yugyeom había visto a Jimin distante y a la defensiva, como si no quisiera estar allí y tratara de alejarse de alguien, y claramente ese alguien era Jungkook. Pudo notarlo en su mirada, en sus ojos clavados a los brillantes y curiosos ojos de Jungkook, pudo notarlo en la profunda conexión entre ellos.

Él creía en la atracción y tensión entre dos personas, él lo había vivido con una de sus exnovias, y ver a Jungkook y Jimin de esa manera, hizo que los recuerdos inundaron en su cabeza.

Una conexión, una maravillosa atracción entre sus cuerpos.

—¿Qué piensas de Yoongi en una relación con Jungkook? —preguntó acomodando su chaqueta y acercándose a Jimin. Namjoon solo miraba expectante la escena sin comprender por completo el por qué la pregunta.

—Creo que serían una muy buena pareja, Yoongi lo trataría como su todo y Jungkook lo cuidaría de hacer tonterías. Son lo opuesto pero realmente compatibles. —dijo Jimin levantando la mirada y dirigiéndola hacia los globos—Deberíamos apurarnos, no falta y Yoongi me avisa que los invitados vienen en camino. —cambió de tema y con manos temblorosas y movimientos torpes tomó los adornos.