"Controlada" toda historia tiene su comienzo

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Estaba con Valentín cuando de la nada apareció una chica re agitada y con cara de pánico

-Wos, Trueno se está dando con un pibe afuera- dijo la chica que al parecer estaba muy preocupada por mi amigo

Sin dar una respuesta ambos nos dirigimos corriendo al frente de la casa, cuando salimos había un círculo de personas y en medio vimos a Mateo peleando con un chico que yo no conocía, en un momento Valentín y yo ya estábamos pasando en medio de todas esas personas y llegando hasta donde estaba Mateo, Valentin llegó y tomó a él chico y lo empujó lejos de Mateo, luego tomó a Mateo para que dejara de pelear

-Ya wacho, dejalo, ya estuvo - dijo Valentin tratando de tranquilizar a Mateo

-No te quiero volver a ver en mi casa Cacha, te lo digo en serio pelotudo, andate de aquí- dijo Mateo gritando y tratando de zafarse de Valentín

-Ya Teo, tranquilo - dije mientras le tomaba la cara con mis manos para que me mirara- Mírame, ya fue, que no te arruine tu cumple- el me miró fijamente, asintió y sonrió

-Muchachos aquí nada ha pasado, que siga la fiesta- dijo gritando Mateo a lo que todos en la casa festejaron y volvió a sonar la música

1 hora más tarde

Mateo estaba descontrolado, estaba muy borracho y no sabía para nada lo que hacía

-Trueno tiene que parar - dijo la chica que nos aviso de la pelea, al parecer era amiga de ellos

-Si, pero ni a palos este pibe va a parar Hillary- dijo Wos mirando a su amigo haciendo el ridículo

-No voy a dejar que siga haciendo el ridículo, Valentín necesito que me ayudes a sacar a toda este gente de aquí y vos Hillary, tenes que ayudarme a llevar a Mateo a su cuarto - ambos asintieron

-Wachos se acabó la fiesta- grito Valentín y al mismo tiempo apagando la música

-Que decís wacho, ni en pedo, que siga la fiesta- dijo Mateo

-Oh no, te olvidas- dijo Hillary

-Vamos Mateo, no puedes ni mantenerte de pie - dije yo

- ¿Que dicen?, si yo estoy al cien  - dijo tomando de nuevo y bailando

-Ya fue, camina- Hillary lo tomo de un brazo y yo del otro y así nos dirigimos al cuarto de Mateo