Desde que tenía 11 años empecé a escuchar voces extrañas, distorsionadas y exóticas. Al principio solo pensaba que tal vez fueran mis hermanos para asustarme, pero no tenía lógica, los mellizos tenían 9 años y Tadeo 12, no jugarían hacer voces extrañas en cualquier rincón. Aparte que ese pensamiento era de una niña de 11 años.
Se los informe a mis padres, por qué el nivel de voces aumento y no solo eso, empezaba a ver sombras recorrer por toda la casa y eso sí que me meaba por el miedo.
Mis padres me llevaron con un doctor, hicieron estudios, no tenía nada malo. Empecé a ver cosas más fuertes, gente muerta, llena de sangre, fuí con un sicólogo,
Cuando las grandes paredes del hospital sicológico me tenía rodeada, me sentía sola, totalmente sola, las personas sedadas que estaban deámulando por la zona estaban idos, no estaban ahí mismo, no estaban en el mundo real. Y cuando lo hacían, querían salir, querían que las personas estables le creyeran que no lo tomaban como loco... Porsupuesto, eso eran los principales, cuando ya llevabas tiempo y tus súplicas se iban a la mierda no tenía caso, todos nos tomaban como personas enfermas, con trastornos.
Eso era un don, el tener trastornos, escuchar voces, ver cosas que las demás personas no lo hacían era algo majestuoso.
Había casos en los que las personas débiles se suicidaban por no aceptar la realidad, por no aceptar lo que son, las personas comunes nos hacían créer que estábamos enfermos, que no era normal.
—¿Hasta donde recuerdas?
Hablo Parck mientras se paseaba por la sala, pensativo.
—Pequeños fragmentos, borrosos por no diferenciar quienes estaban a mi alrededor, el único recuerdo claro es cuando estaba hablando con el estúpido doctor y le estaba presentando a cada uno de ustedes... Bueno solo a ti y a Mey.
Mey estaba sentado en uno de los sofás, entretenido, viendo recuerdos en una caja lo había sacado del sótano, fotos, discos, y cachivaches, sin siquiera decirle que subiera una de las cajas del sótano, el solo lo trajo.
—Es normal que no recuerdes casi todo de tu infancia, bueno... Por el momento. Y si, si le presentaste a todos los Mghas al Doc, solo que no podías aguantar más dentro de tu mente, era en la parte donde nada más salíamos nosotros para que nos recordarás.
Mire confundida a Mey, ¿Que es lo que acaba de decir?
—¿Me estás jodiendo Ariel?
Mey alzo la mirada de la caja y abrió la boca, indignado.
—¡Prometiste que no me volverías a llamar así!
—Fue hace mucho. Ahora, ¿Que es eso que estuve en mi mente? ¿Cómo hicieron eso?
Habla Parck — Esa pequeña caja la construiste tú qué con tan solo tocarla te lleva a un recuerdo, no tiene nada dentro solo es una caja, pero tiene mucho más que eso, la llamabas la caja de los recuerdos.
Frunzo el ceño, no lo recordaba pero ese nombre me hizo sentir familiar, me hizo sentir que lo conocía pero no lo recordaba.
Sacudí mi cabeza, me dolía, ese no era el asunto ahora, podía preguntar por eso más tarde lo que me tenía más intriga era mi familia.
—¿Dónde está mi familia?
Suspira Mey antes de hablar.
—¿Recuerdas lo que paso con tu madre...?
Tragué duro, por supuesto que lo sabía ella había muerto... Y sin darme cuenta algo no encajaba... No encajaba en lo absoluto.
—Lo recuerdo ¿que hay con ella?
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Tu Silencio Fue Mi Respuesta [ I ]
Fiksi RemajaDespués de un accidente en Old trait las cosas se ponen raras alrededor de Thamara Madness. Una chica con problemas mentales, no obstante casi siempre a estado ausente de la realidad por pequeñas pastillas. Su cordura la llevara a dudar de si misma...