El Asesinato más Costoso

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― Cuando ya había terminado la batalla final, a mí y a los chicos que quedaban, nos llevaron al hospital, allí trataron mi pierna y sanaron las heridas de los que junto conmigo estaban, pierna la cual tuvieron que operarme.
La operación me la hicieron a sangre fría, y mientras me operaban solo pensaba en lo afortunado que era por haber llegado al final, todo lo que me esforcé todo lo que tuve que perder y todo por lo que había pasado a lo largo de toda mi vida.
Cuando era un pequeño niño y salí del orfanato mis intenciones eran totalmente malignas si llegara a tener el poder, pensaba en hacer pagar a todos lo que me habían hecho, a aquel hombre que mató a mis padres o a aquellos cuidadores que tanto daño me hacían mientras estuve allí. En Liberatore Corp me ensenaron a amar a todos y cada uno de ellos, me dieron la oportunidad de sentir piedad y me dieron la mano cuando nadie más se preocupó por mí, allí conocí y aprendí a amar al Dios verdadero a aquel que ama a todos sin excepción de nadie.
Cuando ya me habían operado me llevaron a casa para que Johana me cuide. Cuando entré a la casa sentí como si había entrado por primera, bastante fue mi nostalgia al acordarme de Miquito y de Carolina, pero la verdad acepté con conformidad el destino que ellos habían de seguir, al final sé el hecho de estar donde estoy, no significa que soy mejor que aquellos que he dejado atrás, significa que alcanzaremos la gloria de una manera diferente.
Estaba acostado en la cama le pregunté a Johana que debo hacer después de aquí, ella sonrió y me respondió: ‘’Ahora eres un liberador, te darán mandatos específicos de todo lo que debes hacer, te enviarán a Liberar a personas que en su gran mayoría son hacedores de maldad, pero como siempre te ensenamos, siempre deben conocer al dios verdadero antes de ser liberados’’.
La verdad cuando me dijo esas palabras sentí una gran alegría, ya que quería, necesitaba hacer el bien a otras personas y esa era la mejor manera.
Le pregunte a Johana como había llegado a Liberatore Corp y ella me dijo: ‘’La verdad soy de Venezuela también. Mi padre era un hombre adinerado, en ese tiempo uno de los más ricos de Venezuela en aquel entonces, pero a la vez tenía muchos enemigos, mi padre estaba haciendo unos trámites para lanzarse como candidato a la presidencia, se podía decir que tenía todas las de ganar, pero el presidente de aquella época no quería salir del poder, un día íbamos en un avión rumbo a Francia por un asunto de sus negocios, y fue explotó una de las turbinas del avión, lo último que puedo recordar de aquel día, es que mis padres se pusieron unos paracaídas, y luego me pusieron uno a mí, me recuerdo que estaba cayendo mirando hacia abajo solo el basto mar y al parecer me desmaye en el aire, cuando me levante estaba dentro de las instalaciones de Liberatore Corp, y alguien me dijo lo que había pasado y como había pasado y treinta y cinco heme aquí’’.

Cuando Johana me dijo eso sentí un lazo más grande que me unía a ella, porque supe que no era el único que había pasado por cosas malas, ese día la abracé y así me dormí.
Mientras dormía escuche la voz de Johana llamando, cuando abrí los ojos ella me estaba mirando fijamente y me dijo: ‘’Sé que podrás hacerlo para eso te eduqué’’, después de decirme eso ella me apuñaló en un costado ya allí me alejé y me puse en posición de atacar, mil y un cosas pasaban por mi mente en ese instante, le pregunté a Johana que porqué y ella solo se abalanzó sobre mí para atacarme. Así fue que me decidí para contraatacar, y la verdad era muy difícil someterla, al parecer ella leía todos y cada uno de mis movimientos, así que decidí dispararle, busqué una pistola que había debajo de mi almohada, y empecé a dispararle, pero no podía acertarla de ninguna manera, ella se me acercó y me arrebato el arma y me dislocó el brazo con una fuerza sobre humana.
Al pelear con ella me di cuenta que me superaba de todas formas, pero allí recordé todas las palabras que ella me hacía repetir todas las mañanas ‘’Decisión, talento perseverancia, empeño, interés, constancia tenacidad y paciencia’’, gritaba esas palabras en orden y las mismas me dieron fuerzas para someter a Johana, una vez y ya había sometido a Johana tomé el arma y le dije: ‘’Reúnete con tu creador’’, pero cuando le disparé la bala rebotó de su cabeza.
Ella alzo su mirado y me dijo: ‘’No todo lo que creas seguro te dará resultado, y me empezó a atacar, empecé a dispararle en la cabeza y las balas solo rebotaban, y entonces en un muy provechoso descuido de Johana le disparé continuamente a su espalda, ella estando en el piso me dijo: ‘’Sabia que lo lograrías, ahora termina el trabajo y vuélvete lo que tanto has querido ser’’, ella señaló una espada que había colgada en su cuarto entonces fui y la tomé y le dije: ‘’Gracias por todo’’, en ese momento le corté la cabeza.

Bergs LiberatoreWhere stories live. Discover now